No hay discriminación. Puede tocarle a cualquiera, a un niño pequeño, a un muchacho, a una mujer madura...Basta con que la mala suerte decida o te encuentres con un loco al volante. Mientras no veamos al coche como un instrumento de matar y a los conductores como homicidas/asesinos en potencia, no se empezará a tomar en serio el problema de los accidentes de tráfico que, para empezar, empieza por la fastuosa propaganda e infantiloide publicidad con que se venden. Soy duro en el diagnóstico, ¿verdad?. Viendo los millones de muertos que lleva sacrificados el automóvil en el mundo, muchos más que las guerras o que los desastres naturales, no cabe andarse con puñetitas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pues sí, es el rey de la muerte pero lo presentan cuando nos lo venden como si fuese la fuente de todo placer y regocijo. ¡Y a precio de no te menees! Pero lo mejor viene después, cuando ya lo tienes entre tus manos: entonces se dedican a matarte el bolsillo a impuestos, revisiones, multas, peajes y otras zarandajas. Y no pases de los 10 años con el cacharro que entonces yalo tildan directamente de arma para el suicidio. ¡QUé mangantes y qué fariseos!
ResponderEliminar