Fidel Castro siempre ha sido un tipo con suerte. Sobrevivió a la revolución cuando otros, como el Ché, palmaron. Lleva más de 50 años siendo el capataz del cortijo cubano sin que nadie le haya puesto la mano encima. Se le murió de cáncer la mamá soviética y este hijo putativo llegará a centenario. Los progres de medio mundo le adoran a la chita callando mandándole autobuses de segunda mano, ordenadores, medicinas... . El tipo ahí sigue: sobreviviendo y sobrematando. ¡Será ateo, pero todos los dioses le protegen!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cuanto mas malo es alguien mas vive y mas le respetan los virus y bichos.
ResponderEliminar