EL TIMO DE LA ESTAMPITA EN VERSIÓN MODERNA

Como su único objetivo es sacarle los cuartos al contribuyente o al cliente, la jugada ya ha dejado de ser novedosa. Básicamente consiste en lo siguiente: se fomenta por parte de los poderes públicos o privados el uso de determinadas tecnologías, productos, conductas, etc bien con desgravaciones, bien con el gratis total. De este modo el personal se va enganchando a lo que le dictan hasta que la cosa se convierte en una adicción, una necesidad imperiosa o la única alternativa posible (unas vez eliminadas las demás). Es entonces cuando llega la clavada, el atraco, el robo, el "ahora te vas a enterar, panoli, que te creías que todo lo hacíamos por ti". Es lo que empieza a pasar con el consumo energético solar, fomentado con subvenciones y prebendas varias a modo de enganche económico, seguido de un coste elevado de compra de las famosas placas solares y cuando parecía que, tras la fuerte inversión aligerada con alguna ayuda del gobierno de turno, empezabas a sacar la cabeza y la energía te salía más barata, llega el drácula de turno (en este caso el gobierno central) y quiere gravar este consumo. Es lo que pasará con los coches eléctricos: ahora te dan una ayudita para que te decantes por ellos y cuando el parque automovilístico esté medio repleto de estos modelos, catapúm, pondrán un impuesto especial a dichos vehículos. El timo de la estampita, sólo que como los tiempos han cambiado, en vez de recortes de periódicos ahora usan placas solares, cajeros automáticos, coches, planes de pensiones, etc.