Blog personal crítico y variopinto (con música al fondo)

sábado, 31 de octubre de 2015

viernes, 30 de octubre de 2015

¿QUÉ QUIERES SER DE MAYOR?

Cuando uno era niño, hace ya la tira de años, los chaveas queríamos ser médicos, profesores, fontaneros, conductores de tranvía o de autobús. Sólo a alguno que había por allí, algo tontín, se le ocurría decir que él quería ser ministro. Los años pasaron, y con el desarrollo económico, llegaron nuevos deseos infantiles para cuando fueran mayores, esto es, hombres de provecho. Algunos chaveas ya querían ser astronautas, pilotos o ingenieros de caminos, canales y puertos.

Pero en esto que llegaron las telecacas privadas y la idiotez colectiva, tanto política como económica, etc (ponga usted en el ecétera lo que quiera, que todo cabe). Y entonces las cajas tontas, y la sociedad entera, comenzaron a llenarse de unos tipos y tipas insustanciales, analfabetos, algo cretináceos pero listos como el hambre en trincar dinero con exclusivas gilís, vivir del cuento y contar chorradas. Eran, y son, los famosetes de trapillo. Así que los niños de ahora, o al menos una parte, han cambiado de héroes y de aspiración profesional. De mayores ahora quieren ser "famosos". Esos que salen a todas horas en las telecacas mostrando cachas o tetas, diciendo vulgaridades, alardeando de la vida que se pegan. No dan un palo al agua y se les nota a estos cachorros de la fama. Y escribo cachorros porque la inmensa mayoría no sobrevivirá al próximo invierno pero no importa, las telemierdas y demás compañeras de mal olor tienen preparadas nuevas hornadas en su nevera. Al fin y al cabo sólo necesitan dar una patada en el suelo y salen tropecientos mil de estos famosetes. Y no veas los que saldrán de esta infancia que los tiene encumbrados cuando consiga hacerse mayor... algún siglo de éstos.

jueves, 29 de octubre de 2015

miércoles, 28 de octubre de 2015

NO ES CORRUPCIÓN, ES AMOR


Como andamos en tiempos convulsos el personal no entiende que el fenómeno de la corrupción (en el que caen los peces gordos pero también muchos pequeños) tiene menos que ver con el robo, la estafa y el mamoneo y más con el amor, ese sentimiento del que muchos sólo se acuerdan de higos a brevas. Y es que un país sin amor, y una ciudadanía sin querencia, es como un jardín sin flores. Y aquí queda dicho con algunas de las argumentaciones al uso.

No es corrupción, es amor a la patria, grande o chica, a la bandera, a la independencia, a los patriotas que le besan a uno el culo, a los que defienden un mundo mejor a pesar de reducir el tamaño del cortijo (así los corruptos tocamos a más). 

No es corrupción, es amor a los desharrapados y parados, a los sin techo, sin los cuales no existiríamos nosotros, sus salvadores, los defensores de su patrimonio, de su salario, de su bienestar, gracias a nuestros desvelos y luchas ante unos empresarios sin corazón.

No es corrupción, es amor hacia la familia, los hijos y nietos, que de algo tendrán que vivir en un futuro sin esperanza, aunque esta sea la primera palabra que sale de mi boca en mítines y conventos por aquello de animar al personal y de animarme a mí mismo.

No es corrupción, es amor hacia el partido y los camaradas más cercanos, amor hacia unas siglas que permiten el avance de la democracia, la justicia y bla, bla, bla, pero sin los cuales nosotros no seríamos nada ni nadie, por eso trabajamos para él y le ayudamos en lo que podemos pues con esa ayuda nos socorremos también a nosotros mismos.

No es corrupción, es amor al dinero, a la creación de puestos de trabajo sin los cuales este país no sería nada, pero que nunca se nos agradece, por eso nos vemos obligados a corromper a los que deciden la obra pública o a los que hacen leyes que nos podrían beneficiar. Sin nosotros el país se iría al carajo así que ya está bien de que sus máximos benefactores seamos siempre los paganos.

No es corrupción, es ganas de joder nuestra reputación por parte de gente sin escrúpulos que, en su vida cotidiana sisa al prójimo, a su Ayuntamiento, a Hacienda y al bien común sin ningún gesto amoroso hacia los demás, egoístamente, sólo por el placer de ahorrarse unos miserables euros.

En resumen: No es corrupción, es amor patrio a la tierra chica por la que damos la vida, es amor fraternal a la gente que confía en nosotros votándonos o sindicándose, es amor profundo hacia quienes tienen sangre de nuestra sangre, es amor social con quienes –junto a nosotros- trabajan día a día porque el mundo sea mejor, desde los que emprendemos y nos jugamos los cuartos en el negocio a los que ponemos nuestro pequeño granito de arena en el choriceo cotidiano de baja cama. Bueno, sí, también es amor al dinero pero no tendréis la poca vergüenza de pedirnos que trabajemos gratis, ¿no?

martes, 27 de octubre de 2015

CUENTECILLO POPULAR CON CIRCO AL FONDO

DE AQUELLOS POLVOS, ESTOS LODOS (y II)

El día de ayer presentábamos nuestro primer articulillo sobre aquel famosete Estatut de Cataluña (en gran parte hoy vigente), pretexto por el cual los cantamañanas secesionistas de aquellas tierras se han liado la cabeza a la manta (ironía) y andan con el gallinero bien revuelto. Hoy toca rematar la faena de nuestra maldita hemeroteca publicando el artículazo que, casi un año después, escribíamos sobre los pormenores circenses que la aventura del dicho Estatut fue trayendo a los espectadores. Esto es Historia y lo demás son cuentos.

He seguido con cierto detalle (por querencia intelectual y familiar) el devenir de la política catalana desde las últimas elecciones, esas que aún dando la victoria a los de siempre –CIU-, por esa cosa de las alianzas postelectorales de las que nadie habla antes de las elecciones, permitieron la subida a los altares del filosocialista don Pascual y su trouppe. En el circo que se montó –un remedo de lo que posteriormente está llegando al resto del paisaje- había de todo: equilibristas, payasos, malabaristas, domadores de serpientes y hasta un oso. Los nuevos inquilinos del circo habían decidido juntar sus fuerzas para echar tripartitamente a la calle al antiguo dueño convergente. También se juramentaron que el espectáculo –por primera vez- no se iba a limitar al estrecho margen del territorio habitual, si no que iba a procurar ganarse también adeptos en territorio comanche, para lo cual era imprescindible dejar morir por inanición al antiguo capataz de éste: el PP.

-A los chicos del exbigotes Aznar, ni pan ni agua ni gaseosa...

Y empezó la función. Pronto se vio que los guionistas ponían buena voluntad, pero que su intelecto e imaginación no daba para muchos folios. Así que se limitaron a idear un solo número circense: el Estatut. Al principio aquello resultaba simpático y hasta emocionante, pese a que el personal esperaba más variedad temática.

-Oiga, ¿qué hay de mi Carmelo?
-Eso se cura con el Estatut
-¿Y qué hay de lo mío, que la Caixa no me quiere perdonar un préstamo como ha hecho con el tito Montilla?
-Unas pastillas de Estatut, mucho sol y un 3 % de paciencia, hermano…

Aquello empezó a llamarse “el coñazo del Estatut”. Pero como sólo había uno, todos arrimaron el hombro por si el número fracasaba, el circo se hundía y tenían que irse nuevamente al paro o a la segunda vivienda. En el territorio comanche, el Cabo con mando en plaza (un inexperto aprendiz de brujo al que momentáneamente la suerte le sonreía) pensaba que el numerito del Estatut le venía de perlas para dejar atado de pies y manos al antiguo capataz (otro inexperto Cabo, también aprendiz de brujo, que acabó quemándose las manos en Irak) y a sus herederos, a quienes no gustaba ni el Estatut ni nada que no hiciesen ellos mismos. Entre gente egoísta y sosa, sólo puede mandar uno y al otro mejor enviarlo a galeras por lo que pueda pasar. En eso estaba el nuevo Cabo. Así que durante meses siguió el espectáculo circense a toda pastilla hasta que los artistas de la pista empezaron a desavenirse ya que se acercaba el final y no se ponían de acuerdo en como terminar aquello. De modo que, antes de que se cayesen los palos de todo este sombrajo, el Cabo chusquero decidió recurrir al antiguo dueño del circo a través de su ahijado "Mas" próximo. Y en una visita al extinto mundo de Pujolandia lo logró. ¡Albricias, se decía la mar de sonriente! Pero el cipote que se montó entre los tripartitos no se lo esperaba, especialmente la rabieta del que más cobraba, un tal Carod, que de la extrema pobreza había pasado en un par de años a permitirse muchos lujos y hasta creerse el rey del mambo (o sea, de la sardana). Tanto se cabreó el caro amigo que decidió no participar más en el numerito del Estatut, boicoteando todas las modificaciones que el Cabo y su nuevo ayudante Mas habían acordado para que no se hundiese el tinglado. El delegado del Cabo (un ancianete ya chocheante que dirigía la función tripartita con mano casquivana y maragalliana), no tuvo más remedio que expulsar a su primo Carod.

La función (tras meses de representación) ya se la conocía de memoria todo el mundo. Sólo quedaban unas cuantas sesiones más y decidir si el numerito había sido del agrado de todos los espectadores, de unos pocos o de casi nadie. Tras el dictamen final de los espectadores (que debería ser positivo), ya pensarían en montar otro espectáculo más global, variado y atractivo para poder seguir manteniendo el chalet adosado, la finquita en Pedralbes o la Diagonal y el carné de socio del Barça. Pero para ello sería condición indispensable al menos un aprobado de la ciudadanía local. Sin éste, se corría el riesgo de que regresase el antiguo dueño del circo, ahora representado por su ahijado Mas. El aprobado, ni siquiera por los pelos, no estaba nada fácil porque aunque le tenían de quintacolumnista aliado, el excéntrico primo Carod se oponía al mismo por despecho, coincidiendo también en el NO con los expulsados del Paraíso catalán (los herederos del Aznar pepero-iraquí), que también estaban decididos a poner un cero patatero a los examinados por ningunearlos tras las últimas elecciones.

Así que los socios mayoritarios del circo no tuvieron más remedio que hacer trampas preelectorales para alcanzar su objetivo. Desde acudir a pedir ayuda al equipo de fútbol de sus amores –algo más que un club, según cuentan las viejas crónicas- hasta echar la culpa de todos los males de la exPujolandia al desterrado PP. Lo que ocurrió finalmente es cosa que sólo saben los dioses pues del futuro no entendemos los humanoides, pero sigan atentos a la pantalla que muy prontito saldremos de dudas. Mientras tanto, como todo se pega menos la hermosura, en otro territorio colindante llamado Chaveslandia (Andalucía, para algunos), empezaron a renovar la función circense (más de veinte años con la misma sintonía ya aburría hasta a los más adictos) incorporando nuevos y atractivos números musicales de karaoke (el presupuesto no daba para un montaje tan grandioso como el del circo catalán) pretendidamente parecidos a los que en la Maragallandia actual se han practicado en los últimos tiempos. En cuanto los veamos y oigamos en directo a pie de pista, contaremos qué sopor nos producen. Y es que el Puñetas gusta más de espectáculos solitarios como la lectura que de multitudinarios numeritos circenses que sólo engañan a los que ya están engañados. Y colorín colorete…

lunes, 26 de octubre de 2015

COÑAZO DE ESTATUT

DE AQUELLOS POLVOS, ESTOS LODOS (I)

Como el Puñetas siempre ha tenido la funesta manía de escribir sobre lo que pasaba a su alrededor, hete aquí que ha buscado dos artículos que parió acerca de lo que los pueblerinos del "Juntos por el Sí y por el Más de las Cataluñas" han venido a considerar como el "origen" del cacao maravillao que desde entonces ha llegado hasta ahora (y lo que te rondaré, morena). Este primer articulillo se titulaba "Coñazo de Estatut" y fue escrito el 19 de septiembre de 2005. Aquí empezó parte del cacao moderno, de creer a todos estos cantamañanas. El próximo día, la continuación.

Supongo que todo el mundo estará enterado de lo que es el Estatut, con el que los políticos de uno y otro signo y los medios de comunicación de cualquier color nos vienen dando la paliza desde hace casi dos años: una eternidad.

El Estatut es una especie de constitución que se está confeccionando a ritmo de tortuga en Cataluña, para acomodar a los nuevos tiempos el aún vigente Estatuto de Autonomía que, en menos de 25 años, se cae de viejo y demacrado porque es que los políticos se meriendan las leyes y normativas en un periquete y las dejan hechas un asco. Así que, cada dos por tres, se sacan de la chistera otras nuevas reglamentaciones y papeles de mando para así poder seguir justificando su pobre rol social y el mucho sueldo que cobran, no acorde a la minucia del trabajo realizado.

Desde que las últimas elecciones catalanas no las ganó nadie, le da a la máquina legislativa y mandona un camarote de partidos llamado “el tripartito” (algo parecido a la Santísima Trinidad cristiana, un soufflé incomprensible) formado por unos tíos muy de izquierdas que a la vez son nacionalistas, todos ellos forofos del Barça y bedeles de La Caixa y que en sus ratos libres se dedican a hincarse los puñales por la espalda, sin olvidar al cuarto partido en discordia, CIU, castigado en esta legislatura a mirar a la pared después de llevar más de 20 años comiéndose el bocadillo de todos los demás. Hay un quinto en discordia, el PP, pero los otros cuatro no le hacen ni puñetero caso ya que no lo consideran de buena familia.

El problema viene de que estos tripartitas sólo están obsesionados con la elaboración del famoso Estatut mientras que lo demás (excepto el sueldo y el coche oficial) les trae sin cuidado. Se les cayó medio barrio barcelonino. Se les escapan los presos con una facilidad pasmosa. Los veranos se les incendian unas cuantas miles de hectáreas de bosque. Cuando llueve, hay pueblos que salen nadando, algunos hasta tres o cuatro veces. ¡Hasta los tornados y las ratas le han perdido el respeto a mi querida Cataluña! Pero, quietos paraos, que los mozuelos y mozuelas que cobran para solucionar y resolver los grandes problemas de esta hermosa tierra, andan los muy gañanes atareadísimos desde hace media legislatura poniendo una coma allí, dos puntos aquí en un libro que llaman el Estatut y que va a resolver de un plumazo todo lo que no funciona bien por aquel lugar. ¡La piedra filosofal!

Como –a su vez- los pesaos de otras comunidades andan preocupados porque esta parida de los montes del tripartito catalán corre el riesgo de que sea algo más que papeles de banco y billetes, resulta que desde hace casi 24 meses andamos los que vivimos por la vieja piel de toro tragando un día sí y otro también el rollo ese del Estatut. Todos los días, en el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Pan con Estatut. Nada por aquí y nada por allá. Sólo, omnipresente, el Estatut de las narices. Deben de estar muy a gustito los del tripartito pariendo la nueva norma porque es que no paran de darle vueltas y posturas al asunto. Para ellos la cosa será muy erótica, pero para el resto del personal (y a lo que parece, también para una mayoría de catalanes) la cosa no llega a provocar ni un ligero frenesí carnal. Así que, oiga, siempre hay un problema que solucionar para alargar el tingladillo y el tenderete montado desde hace ya tanto tiempo. El último invento, por el momento, está en la cosa eléctrica, que no funciona. Y se sacan de la manga la OPA a Endesa.

Pocos lo dicen pero muchos lo piensan: ¡qué coñazo con el Estatut! Que lo aprueben de una vez, que se suban los sueldos, que el Barça gane la liga y que la caja de ahorros catalana siga dedicándose a todo menos a los ahorros. Pero vale ya de tanta mandanga y martingala sobre la nueva “constitución” catalana. Encima, hay otras 16 esperando: las de las restantes Autonomías, que no quieren ser menos. O sea, que pocos vamos a quedar vivos para poder contarlo.

A los políticos hispanos, aunque sean de la rama catalana, lo único que les preocupa es vivir del cuento. A veces haciendo como que hacen leyes fabulosas; otras, insinuando que las cumplen cuando las incumplen hasta el corvejón, como pasa en Madrid con la tele autonómica llamada "La Otra". ¡Si ya nos conocemos, camaradas!

PD: La última de Maragall, el presidente del tripartito famoso: “Quien se apée del proceso deberá vérselas con el pueblo”. ¿Visionario? ¿Demagogo? ¿Bocazas? ¿Farolero? ….¡Simplemente… Maragall!

2ª PD: Seamos justos, por una vez y sin que sirva de precedente. El nuevo Estatuto valenciano ya está listo para empezar su aprobación definitiva en las Cortes. Todo muy discreto y sin apenas alharacas. Lo cual que enfatiza aún más la pesadez que se traen con el Estatut catalán de marras.

sábado, 24 de octubre de 2015

viernes, 23 de octubre de 2015

HISTORIA COSTUMBRISTA


¡La de cosas que cambian con el paso de los años! Hace ya varias décadas, pongamos 40 añitos de nada, era norma común entre los progres y progras, modernos y modernas de entonces, el considerar que lo de hacerle a la niña un agujerito en el lóbulo de la oreja para ponerle unos pendientes era contrario a la igualdad del hombre y la mujer: cuando la nena fuese mayor que ella misma decidiera si quería o no el agujerito y los colgajos. ¿Por qué a las chicas había que taladrarles obligatoriamente la oreja y a los machotes no? Así pensaban muchos de los que vivían por aquellos barros, que ahora han alcanzado categoría de cenagal, pero en la dirección contraria.

En la actualidad, no sólo se sigue percutiendo el taladro en las niñitas sino que los mozos también se han incorporado a la moda del agujero. El personal, o una parte del mismo, ya no sólo se entretiene con el lóbulo orejil sino que se hace redondelitos muy monos en cualquier parte de su anatomía serrana: labios, ombligo, lengua y todo lo que pueda ser agujereado, que es mucho. De modo que, a los habituales agujeros que la madrastra Naturaleza nos ha dado, numeroso personal añade otros suplementarios en la creencia de que con ellos está más guay. Y el que no se atreve con el taladro se lo monta con la aguja para hacerse pintar un tatuaje, sea un dibujito mono o unas letrajas. Lo importante es añadir a la carne propia algo que no trae de origen, como si no tuviésemos bastante con tener que ponerle ropa y zapatos a diario (que cuestan un pastón) y otras coñas marineras como peinados, perfumes, lacas, desodorantes, etc.

Pero esta historia costumbrista no va a ir de tatuajes sino de piercing. Todo comienza cuando llega a casa nuestra mozuela, diecinueve añitos como diecinueve soles, y tras encender el televisor dirige una mirada algo cochambrosa al progenitor masculino de sus días:

—Papá, me he hecho un piercing en el pezón derecho y me he tatuado un elefante en el glúteo izquierdo.

Y el papá, que nos ha salido de la vieja escuela de los que no querían agujeritos ni en el culo, el muy antiguo, pone el grito en el cielo y se caga en el padre que contribuyó a parir a la niña, o sea, en él mismo. Todo ello sin que salga ni una sola palabra por su boca no vaya a ser que la niña se cabree o enfade, le entre una depre y se vaya con sus amigas o con el maromo con el que se magrea desde hace unos meses, aunque la niña todavía no ha tenido el detalle de presentárselo, quizás temiendo que lo va a mandar a algún lugar de olor nauseabundo. Pero la niña-mujer o mujer-niña sabe lo que su papuchi está pensando...

—Papá, sé positivo: sobre mi teta sólo mando yo...
—Y el tonto la polla ese del Marianín...
—Sí, el tonto ese... Me encanta el respeto que le tienes a la gente.
—En mis tiempos...
—Tus tiempos se pudren en la noche de los tiempos, papi. Eres un antiguo y un carcamal, perdona que te lo diga... Tienes 56 años y yo 19. Nos separan 37 años de tecnología, de nuevas costumbres, de otra manera de entender la vida... Reconoce que los vientos de la historia y de la moda te han barrido y cosa será que algún año de estos no te obliguen a que te hagas un agujerito en cualquier lugar de tu cuerpo ya bastante pocho.

—¡Y una mierda!

Elenita, que así se llama la mozuela si usted no piensa otro nombre, se sienta en el sofá, coge el mando y busca un canal de cotilleo y mamoneo. O sea, uno cualquiera.

—Eres maleducado, papá, como todos los que teneis más de cincuenta añitos, o sea, los que fuistes niños del franquismo, luego soñadores de la nada y por último acabásteis como demócratas tardíos, votantes de la UCD, el PSOE o el PP: la casta.
—¿Quién te ha metido esos pajarracos en la cabeza?
—El profe de Ciencias Políticas, que es muy guay.
—Seguro que es del PCE, no te jode... En la universidad de mis tiempos todos eran del PCE.
—Es un tío joven, papi, no un viejales. No sé si se llama Julio Iglesias o Hugo Monedero. A todas horas nos está diciendo que PODEMOS.
—¡Jooodeeer! 

La hija encuentra la telecaca que buscaba y el padre eleva la mirada hacia el retrato de su santa esposa, muerta hace unos años por una larga y terrible enfermedad, como se dice en estos casos. Una lágrima furtiva amenaza con rodar por su arrugada cara pero se hace fuerte porque no quiere que su hija, a la que ama con toda su alma pero a la que no comprende en casi nada, se dé cuenta de que él es un sentimental. Y piensa para sus adentros más íntimos: no polemices porque llevas la de perder, agacha la cabeza porque estás coartando la libertad de tu hija, no tienes derecho a impornerle viejas costumbres troglodíticas y porque estás haciendo el panoli ya que los dineros para el agujero ese de la teta los has puesto tú, desgraciao, que para eso te levantas todos los días a las cinco de la mañana y regresas a casa a las siete de la tarde, para que la niña se haga agujeros y se pintorrojee donde le salga del moño. Quizás tenga razón la cría, carcamal, ahora se lleva lo del tatuaje y el piercing, pues es muy bonito eso de llevar una cagada de dibujo en la piel o enganchado un trozo de metal o de hojalata en los labios, lengua, moflete o seno.

—Elena, sólo te diré una cosa para que la pienses y reflexiones. No conozco ningún subsahariano de esos que llegan en pateras que vaya con piercing o tatuado.
—Eso demuestra que pertenecen a una civilización antigua y atrasada.

Eso le suelta la niña a su padre. Y él, que sabe que históricamente sólo las sociedades cavernícolas y retrógradas le han dado al triki-triki del dibujo en la piel y el agujereamiento, encima se tiene que callar porque es que la niña hace 1º de Ciencias Políticas y ya se cree que sabe más que él, cuya vida se le escapa echando horas y horas cada día para que ella pueda vivir como una reina. Pero su viejo orgullo de perdedor le hace farfullar unas últimas palabras.

—No os entiendo. Sois más blandengues que un flan y en cambio aguantáis el dolor que haga falta para poneros un dibujo o un agujero en el cuerpo. Y encima, si la cosa fuera bonita… ¿Pero a quién le puede gustar tener un clavo en la boca o un trozo de metal en la nariz?

Al día siguiente, a la niña le entró un dolor de teta que no veas, se le puso como si acabara de parir y el papuchi tuvo que salir con ella de prisa y corriendo hacia la clínica más cercana. De regreso, no dijo nada. Compró la pomada que recetó el médico, pagó con su dinero y dejó a la hija enganchada al televisor, que todo lo cura y oculta. Aquella noche ni durmió de los nervios de ver a su criatura pachucha y con unas décimas de fiebre. La chavala tampoco dijo nada. Se adueñó del mando a distancia, se puso a ver Gran Hermano  y se quedó frita a los diez minutos.

—Parece un ángel, la muy puñetera, pero no la entiendo, María, no la entiendo... Tú la hubieras comprendido mucho mejor que yo.

Un par de lagrimones rodaron entre las numerosas arrugas de su cara.

jueves, 22 de octubre de 2015

miércoles, 21 de octubre de 2015

FINLANDIA, ¡QUÉ LEJOS QUE ESTÁS!

Si hay un consenso en este país (o sea, uno de cada veinte ciudadanos) es que la educación está hecha unos zorros. La que entendemos por “urbanidad” y la otra, la institucional. Los colegios, centros de Secundaria y Universidad son auténticos invernaderos de melones y calabazas. No es que la especie (que también) esté degenerando en un retroceso camino del hombre de Crogmanon; es que –como dijo el clásico- lo social envuelve y contamina todo y hoy día tenemos una sociedad que está más quemada que el palo de un churrero. Un sabio como Paul Ehrlich lo ha dicho muy claro: “Hemos alterado los ecosistemas y la atmósfera tanto que la Tierra ya es casi inhabitable”. El zoquete del Juan Puñetas también ha dejado escrito –casi con las mismas palabrejas- que “el ecosistema social y la atmósfera humanoide actuales tienen menos porvenir que un langostino en Navidad”. O sea, que lo llevamos claro. Así que no extrañará que la educación –esa cosa evanescente que se intenta inculcar en las generaciones actuales para que puedan vivir decentemente en un futuro- camine arrastrándose por el fango, que diría el tango.

Sin embargo, todavía hay esperanza. Hay un país europeo –Finlandia- del que hablan y no acaban los profesores y entendidos en la cosa educativa. Allí parece que se preocupan algo más de la educación y así les va de bien. Así que he pedido a Rigoberto Criadillas, Catedrático de Currículos Verbeneros, que me cuente –acaba de regresar del país nórdico- las cosas más sustanciales de aquel sistema educativo. Pongámonos serios y veamos unas cuantas:
“Resulta fácil la movilidad social. Esta permeabilidad entre clases sociales se debe a la educación. La diferencia  entre los resultados de los alumnos más capaces y los menos es muy pequeña, pese a que los resultados de Finlandia son los más altos de Europa. Predominio de la enseñanza pública. Alta valoración social del profesorado (similar a la de los médicos y abogados), con un exigente periodo de formación teórica y práctica. Los profesores no están saturados de tareas burocráticas y administrativas. Alumnado responsable. Escolaridad obligatoria desde los 7 años. La escuela es un lugar de trabajo. Los trabajadores finlandeses suelen ser duros y honrados (ética protestante). Cinco millones y medio de habitantes. Sistema educativo pequeño y fácil de manejar. Gran autonomía a los municipios en la gestión de la educación. Primer país con menor corrupción. Primer país en el ranking de los más democráticos. País de economía muy dinámica y competitiva. La educación es una preocupación social y no sólo del gobierno. Profesores de aula que imparten todas las materias de primero a sexto. Profesores especialistas de aula con formación universitaria y preparación altamente pedagógica. Importante peso de la investigación educativa. La mayoría de los docentes son contratados por los municipios. Las vacantes se anuncian en los periódicos y revistas profesionales. A los profesores noveles no se les encargan los cometidos más difíciles: suelen tener un mentor durante el primer año. No son elegidos para un “puesto” fijo e inamovible, sino como expertos dentro de un equipo de trabajo. No hay un servicio de inspección externo. Tres leyes importantes: a) ley de financiación, que fija la contribución del Estado  en la educación de cada alumno; b) ley de las condiciones económicas y laborales del personal, fijadas cada año por común acuerdo entre los ayuntamientos y los sindicatos; c) ley que fija el currículo y que es idéntica para todos los alumnos finlandeses: el mínimo número de horas, los objetivos a conseguir y los contenidos que trabajar. Los directores dirigen los centros y los profesores se dedican a enseñar. Los espacios de las aulas (y su arquitectura) suelen ser variados y ricos en estímulos. Las destrezas manuales tienen una gran importancia. El centro del aula es una mesa central con ruedas y un ordenador conectado a un cañón. El ordenador dispone de internet y reproductores. También hay en cada aula un proyector de cuerpos opacos. No hay mucha lección magistral. Hay silencio y respeto en las aulas. Todo el mundo se pone cómodo para trabajar: bata, en calcetines o zapatillas… Los ayudantes del profesorado hacen sustituciones cuando el profesor tiene que ausentarse. Los alumnos se mueven dentro del aula con libertad y salen de la misma sin solicitar permiso. Los pupitres pueden moverse según el tipo de actividad.  El alumnado inmigrante es relativamente pequeño. El comedor lo comparten alumnado y profesorado. Una enfermera va un día a la semana y un médico dos veces al mes. La administración municipal está cerca de los directores/as y los considera interlocutores valiosos. Hay una política de continuidad por lo que el sistema educativo no cambia con cada cambio de gobierno”. 
Transcrito todo lo cual, piénselo si ya está corriendo en busca de un billete de ida y no vuelta a Finlandia. Su tasa de delitos de violencia de género es de las más altas de Europa y sus niveles de agresividad y violencia social (incluyendo los suicidios) es bastante infumable. Con lo cual queda demostrado que, como señalan Ehrlich y el Puñetas, “del desastre aquí no se salva ni el que asó la manteca”.

lunes, 19 de octubre de 2015

COMPARACIONES ODIOSAS

Samantha Fox y Sabrina Salerno anduvieron por el mundo de la música y el pingoneo (ya saben, modelos y actrices) allá por los años 80, a finales. Cantar, cantaban poquito pero eso era lo de menos porque cada una tenía dos poderosísimas razones para alcanzar algo de familla mundeja. Un par de razones que saltaban y saltaban y saltaban… a la vista. Samantha era británica y Sabrina italiana pero ambas tenían una nacionalidad común: hacerse famosas y ricas gracias a sus cuerpos serranos. Por entonces todavía no estaba muy en boga lo de la silicona, así que seguramente sus dos razones de peso eran completamente naturales. En este video impagable tenemos a las damiselas haciendo un “tete a tete”.


Y como las comparaciones siempre son odiosas, sobre todo para los que salen malparados, veamos ahora a Dolly Parton y disfrutemos con ella. Cuando Samantha y la Sabrina se "destetaban" ella llevaba ya algo más de dos décadas en la cima musical. A pesar de tener también dos poderosísimas razones para triunfar al estilo de las británico-italiana, Dolly fue durante cuatro décadas una de las mayores figuras femeninas de la música country, siendo considerada una de las compositoras e intérpretes más influyentes y prolíficas del género. Todas sus ventas superan los 100 millones de álbumes lo cual la convierte en una de las artistas que más discos ha vendido a lo largo de la historia. Por eso hoy se la recuerda como una gran dama de la canción y no por sus abundantes pectorales mientras que de las colegas anteriores sólo queda un vago recuerdo a amas de cría.

sábado, 17 de octubre de 2015

viernes, 16 de octubre de 2015

PATOCHADAS PUBLICITARIAS

La idiocia no tiene límites (incluida la de este servidor) así que no hay día que no tengamos materia para comentar. Lo penúltimo fue una campaña publicitaria (hay que decirlo: en ese mundo abundan los idiotas profesionales) realizada en Francia consistente en que algunas chicas contratadas por esos idiotas profesionales se dedicaban a tocar testículos desconocidos para llamar la atención sobre el cáncer de próstata. Y es que hay que hacer gilipolleces de esta índole para que el macho se dé cuenta que su entrepierna corre serio peligro. No hace mucho hubo otra campaña parecida en la que eran hombres los que tocaban las tetas (perdón, senos, que esto es muy serio) de diversas señoras y señoritas, con el loable propósito de concienciar a las féminas sobre el cáncer de mama. Entre toqueteo y toqueteo, risas y gracietas, los cánceres seguirán avanzando porque nuestra alimentación, ritmo de vida y medio ambiente son infernales pero al menos el personal estará distraido y contento, que es de lo que se trata. En estos casos extremos de estupidez, porque se juega con algo tan sagrado como la salud,  tomándose a chacota enfermedades serias, sus autores  pretenden ser la mar de ingeniosos cuando no consiguen más que confundirnos en la jugada: ¿dónde tienen el ano, al final de los intestinos o en el cerebro?

Mas seamos comprensivos con los que presumen de seso y sólo tienen sexo: campañas publicitarias de corte tan bufonesco e ineficaz como las señaladas son habituales en los últimos tiempos,  justo desde que la idioticracia alcanzó su mayoría de edad en Occidente. En este enlace podrá conocer o recordar unas 20 campañas publicitarias más o menos polémicas según algunos, más o menos imbéciles según el muá. Porque a las cosas hay que llamarlas por su nombre y si alguien, un suponer, para vender una vulgar colonia, se dedica a publicar fotos de una jai despampanante al lado de un pobre paria del tercer mundo, ese alguien debe ser nombrado como lo que es: un pobre imbécil, se llame como se llame el producto vendido: Benetton, Gucci, Yves Saint Laurent, Calvin Klein o la madre que los parió. Vender lo que sea será muy noble siempre que en el invento no se pierda la inteligencia ni la vergüenza. Volviendo al tocamiento publicitario de testículos y senos ajenos, eso mismo es lo que hacen los políticos en campaña electoral con sus presuntos votantes, aunque lo hacen con artes tan refinadas que casi nadie logra enterarse de nada. Y así nos va...

miércoles, 14 de octubre de 2015

PARADOJAS DEL DEPORTE


Pepiño Puñetas, zapatero jubilado y tío mío por parte de padre, vino el otro día a casa y me trajo un regalillo:

-Toma, sobrino mío, dos hojas que he encontrao al hacer limpieza de papeles de cuando yo leía algo. Ahora sólo veo la maldita televisión. Lo mismo te vienen bien para esa chorrada de cosa que tienes en la interné dichosa…
-Pues no sabes cuánto te lo agradezco… Debe ser una cosa del Pleistoceno o algo así…
-Mu gracioso el sobrino cincuentón… Pues que sepas que los papeles son de un librillo de ensayo sobre el deporte cuyo nombre no recuerdo. Tampoco su autor ni la editorial. Tras leerlo lo tiré al contenedor, como tantos libros rollo que he leío en mi vía, pero debí arrancá esas dos páginas. Las traigo por si te sirven…

Mis ojillos miopes echaron una rápida visual a aquellas dos hojuelas y lo que leyeron me dejó maravillado. Que hace alrededor de 30 años alguien escribiera cosas tan certeras (y tan modernas y actuales), con tanta precisión y ahorro de palabras,  me maravilla cantidubi.  Di un casto beso a la frente de mi tío y me dispuse a digitalizar aquella hermosura. ¡Cómo me gustaría saber quien escribió tan magnífico texto!
El deporte  es una realidad social inmensa, desarrollada en una enorme complejidad. Por eso aparecen en su seno, cada vez más, los contrastes. Tanto que cualquier aficionado se pregunta más o menos: ¿El deporte ayuda al entendimiento internacional o lo desintegra? ¿Beneficia las capacidades corporales o las consume? ¿Es vuelta a una vida más natural o es una carrera hacia la súper tecnificación? ¿Educa hacia la comprensión o excita la rivalidad? ¿Relaja o produce tensión? ¿Equilibra o neurotiza? ¿Educa o deseduca? Estas y otras muchas perplejidades produce, en muchas gentes, la realidad deportiva de nuestro tiempo.

De manera análoga a lo que sucede en el fútbol hay también otros deportes que, según su popularidad  en unos u otros países, arrastran un alboroto de millones: tal es el ciclismo, boxeo, baloncesto, esquí, etc. Como consecuencia de ello alrededor de estas actividades se apiñan los intereses. El dinero, junto con la política, es el gran centro de poder; por eso, hay ambiciones, forcejeos, intrigas. Todo ello en el terreno de juego se traduce en “ganar como sea”, “comprar al adversario”, “primas a terceros”, “doparse”, presionar a organismos federativos, comprar árbitros, etc. (…) Interesa arrancar victorias, contabilizarlas, con la exclusiva preocupación de exhibir una buena gestión pública, la eficacia de un ministro, de un gobierno o la excelencia de un sistema político. Estas injerencias políticas, que llegan desde los más altos niveles, son acciones muy peligrosas de cara a la desnaturalización del deporte.

Con todo ello no se favorece el entendimiento humano por medio del deporte., las relaciones amistosas entre los pueblos. Tales presiones deportivas no distienden sino que excitan; no crean amigos, sino más bien enemigos. He aquí un primer contraste entre las utopías del deporte y sus realidades. Pero todo esto se refiere al deporte-espectáculo, a la alta competición oficial. Queda el otro deporte, de práctica espontánea, de expresión y divertimento personal, de higiene corporal o espiritual. Sin embargo, es aquí donde se advierte alarmante descomposición.

La imagen del deporte-espectáculo con sus tensiones y compra de victorias ha producido contagio en otros niveles de la práctica deportiva. Hoy, en cualquier competición colegial o vecinal, se ven niños y niñas no ya animados a dar el máximo esfuerzo por ganar, sino nerviosos, consumidos, psíquicamente empobrecidos por el miedo a perder. O, lo que es peor, se ve a sus padres maquinando al borde de la cancha o la piscina, excitados y embrutecidos por la exhibición de sus hijos, propensos a cualquier trampa.

He aquí el cuadro: los hijos víctimas de la angustia de ganar que les transmiten sus padres; en el colegio, en la escuela, en el club, dirigentes y “educadores” prestos a hacer trampas, incluso a falsificar documentos acerca de la edad de un muchacho, para que el equipo que ellos dirigen gane.

A los más sencillos niveles de práctica deportiva ha llegado el mal estilo del alto deporte corrompido; y esto es peor que las corrupciones en el deporte-espectáculo.

Quizás la cosa venga de lejos. El origen no está simplemente en el gran deporte manipulado, sino en las actitudes generales del hombre de nuestro tiempo. El viejo refrán “en la mesa y en el juego se conoce al caballero” se puede trasladar a la sociedad. En los juegos propios de su tiempo se manifiesta, se desnuda una sociedad determinada, Cuando ni siquiera en el juego, en la diversión, una persona o un gremio social son capaces de ser limpios, eso significa que han dejado definitivamente de ser limpios.

lunes, 12 de octubre de 2015

CORRUPCIÓN Y AYUDAS AL DESARROLLO



“La financiación pública a las ONG permite que los partidos en el poder repartan prebendas entre sus fieles. Los grandes partidos estatales tienen sus propias ONG, que sistemáticamente figuran entre las más beneficiadas en el reparto de las ayudas ministeriales cuando sus patrones ocupan el poder. Pero también hay numerosas ONG pequeñas que están vinculadas a instituciones regionales o locales que les asignan partidas importantes de su presupuesto de cooperación. Ni siquiera es extraño que el responsable de la ONG en cuestión sea hermano, primo o amante del alcalde… Cada vez que hay un cambio de gobierno en el ámbito estatal, autonómico o local, hay alguna ONG a la que le ha tocado la lotería, y alguna otra que sufre un auténtico descalabro…

Si conocemos el presupuesto de cooperación que maneja una institución podemos prever, sin demasiado margen de error, cómo se repartirán las subvenciones entre las distintas ONG. El primer criterio es el político: reciben más dinero las asociaciones más próximas al partido del gobierno y las que son más críticas respecto a él resultan marginadas en el reparto. En segundo lugar se valora la medida de la asociación: una ONG grande tiene muchos asociados, muchos contactos en los medios de comunicación n y una base social importante, por lo que es necesario mimarla y darle siempre algunos proyectos. En tercer lugar impera el principio de redistribución: es conveniente dar “algo” a todos, incluso a asociaciones diminutas. Si es posible, todos deben llevarse una subvención, por pequeña que sea, para que nadie cuestione a la institución. En definitiva, probablemente las valoraciones de los proyectos no sirven de mucho, porque las ayudas están decididas antes de que se abra la convocatoria.

Esto no quiere decir que el gobierno subvencione, de forma acrítica, todo lo que quieren las ONG. Las asociaciones que tienen buenos contactos con las instituciones y con los partidos presentan a las convocatorias proyectos que los técnicos de los gobiernos les han indicado previamente que tienen muchas posibilidades de ser subvencionados. Las ONG ya saben cuáles son las áreas geográficas prioritarias, y cuáles son los ámbitos de actuación preferidos por los políticos de turno, por eso normalmente no se equivocan demasiado al formular sus solicitudes. (…)

En realidad, buena parte de los proyectos de las ONG son encargos del gobierno. España envía cooperación a los países con los que ha firmado acuerdos comerciales, de la misma forma que Francia la envía a los países en los que tiene bases militares. Estos proyectos de cooperación (sanitarios, educativos, agrícolas…) no siempre son llevados a cabo por la ayuda oficial al desarrollo, sino que a veces los gobiernos los encargan a ONG diversas. De esta forma, estas entidades, que teóricamente son no gubernamentales, acaban actuando, básicamente, como subcontratistas de la cooperación oficial. (…)

Las grandes potencias lo controlan casi todo en el mundo. No es extraño que sean también las que controlan la cooperación. Más de dos tercios del dinero destinado a la ayuda oficial al desarrollo lo aportan cinco países: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y Gran Bretaña. Estos utilizan la ayuda como una herramienta de política exterior: tratan de que les ofrezca el máximo de beneficios, a veces incluso a costa de crear perjuicios en los países que reciben su “cooperación”. Los Estados no dan porque sí. No cooperan para resolver el problema de la pobreza en el mundo: lo hacen para evitarse problemas como el terrorismo o las migraciones, para satisfacer al electorado y, sobre todo, para encontrar nuevos mercados para su producción. En pocas palabras: la ayuda no se destinará a los territorios con más pobreza, sino a aquellos en que haya más intereses. (…)

Todas las políticas de cooperación al desarrollo patrocinadas desde Occidente se parecen mucho. En realidad son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial los que diseñan cuales han de ser, a grandes rasgos, las líneas de desarrollo del Sur. A partir de esas recomendaciones empiezan a trabajar las distintas agencias de Naciones Unidas (Unicef, Unesco, PNUD…) Estos organismos aplican las doctrinas del FMI a las políticas de ayuda a la infancia, a la defensa del medio ambiente, a las migraciones, a la ayuda en alimentos… Los “expertos” de la ONU tienen una influencia increíble: se reúnen en sesiones a puerta cerrada y establecen los criterios de actuación de todos los países miembros en materia de desarrollo. Tienen mucho poder de decisión, pero no han de rendir cuentas a nadie. Por eso no se han visto afectados por los numerosos fracasos acumulados durante los últimos cincuenta años.”

Gustau Nerín: "Blanco bueno busca negro pobre.". Editorial Roca 2011.

viernes, 9 de octubre de 2015

BUSCANDO EMPLEO DEL GÜENO

De los periódicos: "Según el 95 % de los demandantes, las empresas endurecen las pruebas de selección de empleo aunque los sueldos ofertados disminuyen".


Se llama usted Roberto Criadillas del Cordero. ¿Cierto?
Efectivamente, señor.
Es usted Licenciado en Económicas. Posee un Máster en Ciencias Escatológicas y el Graduado Escolar de Ciencias Políticas.
Sí, no se me dan mal los estudios…
Eso está bien. Pero no veo que en su currículum tenga usted mucha experiencia laboral…
Si pasa a la página dos…
Ah, sí, perdone… Hum, fue cinco meses repartidor de Radiopizza, estuvo seis meses ejerciendo de camarero en un chiringuito playero de Torremolinos y llevó los cafelitos a los jefes del partido político PUAF durante un día. ¿Experiencia traumática?
Muy traumática… Aquellos indocumentados no es que no me dieran propina alguna, es que no me daban ni las gracias ni los buenos días. Los mandé al cuerno…
Pues tener paciencia y unas buenas tragaderas es condición indispensable del puesto de trabajo al que aspira. Usted sabe que los clientes de nuestra marca son muy exigentes… Lo que no veo por aquí son los idiomas que usted domina, así como los conocimientos informáticos que tiene…
Si no le importa, pase a la página 3, por favor…
Disculpe. Hoy estoy un poco espeso. Las preocupaciones, ya sabe, los niños, la mujer, el perro, el Gobierno…
Comprendo, señor.
O sea, que sabe usted inglés, francés, polaco, ruso, chino mandarín y esperanto. No está mal… pero… ¿no sabe usted catalán?
Lo siento, señor, llevo sólo una semana en Barcelona. He venido para buscar trabajo… Lo aprenderé si consigo este empleo pues se me dan bien los idiomas, pero necesito algo de tiempo para aprenderlos. ¿Lo comprende, verdad?
Sí, sí… pero el gran jefe y sus superiores nos exigen que al menos se conozcan tres idiomas: el inglés, el castellano y el catalán. Es impensable que nuestros clientes se encuentren con un vendedor que no sepa atenderles en alguno de estos idiomas. Usted también lo comprende, ¿verdad?
Pues no, oiga. Estoy aspirando a una plaza de vendedor de zapatillas de una conocida marca de fama mundial en una de sus miles de tiendas que tiene repartidas por medio mundo. Por muy famosas y lustrosas zapatillas que sean, más que hablar lo que voy es a aspirar olores de pies y, que yo sepa, los pies hablan poco, aunque cantan mucho. Pero, si no le importa, podríamos haber empezado por lo que su afamada marca de zapatillas tiene pensado pagarme si me contrata de vendedor. A partir de ahí sería el momento de empezar a hablar de mi currículum, si es que el trabajo me sigue interesando...
Pues mire usted, con sueldo, incentivos, descuentos, ierrepeefes, bagatelas, impuestos locales, seguros, canon de la SGAE, tasa de pujolandia, ecétera…, al mes serían unos 400 euros limpios. Jornada laboral de 12 horas, ya sabe…
Si hubiera usted empezado por ahí me hubiera ahorrado perder el tiempo de esta manera tan absurda. Por esa mierda de sueldo yo hablo a los clientes sólo en arameo, no necesito más que el Graduado Escolar de la ESO, y mi experiencia con el PUAF sería suficiente. Es más, ¿sabe lo que le digo? Que desde este momento su puñetera marca de zapatillas ha dejado de existir para mí y que prefiero ir descalzo a llevar en los pinreles esa bazofia de calzado que venden a precio de oro cuando lo fabrican a precio de piastra.
Haga usted el favor de salir inmediatamente de este despacho o llamaré al segurata...
No pienso estar aquí ni un minuto más.

Roberto Criadillas del Cordero se levantó muy despacio, cogió su currículum y lo metió en silencio en la carpeta azul donde lo había traído. Mientras se daba la vuelta empezó a desabrocharse la correa del pantalón, oculta a la mirada de su interlocutor. Sus calzones resbalaron al suelo en cuestión de segundos. Debajo no llevaba calzoncillos. Entonces apretó con fuerza y se tiró un cuesco que sonó como cuatro truenos. También fueron escasos segundos los que tardó en recolocarse de nuevo los pantalones, mientras a sus espaldas aquel tipo de la mundialmente famosa y prestigiosa marca de zapatillas seguía sin reaccionar. Cuando lo hizo ya era tarde: Roberto Criadillas había salido de la habitación. A los cinco minutos llamó la secretaria a la puerta. Nadie contestaba. Volvió a llamar. Seguía sin haber respuesta. Abrió al tiempo que emitía un “con permiso, don Joaquín”. Al grito de “¡qué pestazo hay aquí!”, la secretaria emitió un chillido que retumbó por todo el habitáculo. El tal Joaquín estaba tumbado en el suelo. Retorcidamente muerto. La autopsia de rigor lo dejó claro: murió de asfixia por causas naturales. Respecto al señor Criadillas, las últimas noticias lo sitúan trabajando en la fábrica de una famosísima marca de perfumes, de esas que todas las Navidades se gastan miles de euros en sosísimas campañas publicitarias con sabor francés.

miércoles, 7 de octubre de 2015

EUROBASKET: ¿PERO NO DECÍAN QUE ESTABA CHUPAO EL ORO?

Hace un par de semanas a la mayoría de la prensa hispana y gran parte de los aficionados al baloncesto se les caía la baba tras ganar la selección de Gasol y cía el eurobasket celebrado en Francia. Además de la baba nacional dicho triunfo trajo la envidia franchute, de la que todavía colea una acusación de dopaje de un periodistucho gabacho sin más pruebas que aportar que dos litros de champán bebidos antes de ponerse ante el ordenador. Sin embargo, hace 8 años, hubo en Spain otro campeonato de Europa baloncestil donde las cañas se tornaron lanzas por el exceso de confianza, justo todo lo contrario de lo habido en el reciente. Rescatamos un articulejo que escribimos entonces porque, salvando la anécdota del campeonato, refleja bastante bien el mediocre paño de que están hechos muchos periodistas y aficionadillos, tan dados a la baba como a la bala, según sople el viento y sus ínfulas.


"Tras ganar la Selección de baloncesto el Mundial de Japón, la euforia se desató en este país. Yo creo que algunos hasta crecieron varios centímetros de golpe. Qué buenos los chicos de la canasta. Cuánta técnica entre sus dedos, qué pundonor, son una piña… A todo el personal patrio se le pusieron los ojillos como platos. Así que cuando meses más tarde llegó el Eurobasket, a disputarse en Spain, la euforia se trocó en certeza. Esto está chupao. Jugamos en casa. Gasol no se va a lesionar otra vez… Encima no juegan los americanos. Bah, chupao…

Tengo para mí que somos un país donde la renta per cápita de listos y enteraos es la más alta del mundo por kilómetro cuadrado. Siendo encima un lugar donde pululan nacionalistas de variados pelajes, pueblerinos a mansalva y catetos a babor y estribor, la estadística de marisabidillos puede habernos situado en el primer lugar. No hablo sólo del ámbito deportivo. Hasta en la economía somos un país de Champion, según nuestro chiripitifláutico Presidente de la cosilla gubernamental. Encima, en los partidos de preparación del Europeo, se vapuleó a todos los equipos que previsiblemente serían los rivales más potentes: Letonia, Rusia… Estaba cantao.

Y en estas que empezó el show. De juzgado de guardia, pienso. Porque en 13 días el equipo ganador deberá haber disputado 9 partidos, todos ellos a tope y con la faca entre los dientes. Eso no sólo cansa mucho. Es casi criminal. Y en los tres últimos días (a lo sumo, cuatro), los tres partidos más decisivos en plan eliminatoria a cara y cruz. Una vergüenza, ya digo. Y una pasada. Y una repetición absurda de partidos: España, por ejemplo, jugó dos veces contra Croacia y dos contra Rusia. Otro tanto les pasó a otros equipos. ¿De verdad que es preciso tanto partido y tanta zarandaja para obtener un equipo ganador?

Pues sí, será preciso. Los tipos que dirigen el baloncesto tienen ciertas tendencias sádicas hacia los jugadores, a los que hacen jugar tropecientos partidos por temporada, repitiéndose algunos de ellos hasta la saciedad y el aburrimiento. Por eso el Puñetas sólo vio la semifinal y la final del Eurobasket. Todo lo anterior era un “deja vu”. ¡Jodé, hasta comer langosta todos los días resultaría algo insoportable! Así que cuando la selección española de baloncesto del señor Pepu llegó a las semifinales, se notaba que muchos jugadores andaban ya con la lengua fuera, tanto física como mental. Con el cansancio añadido de tanto tío paliza que en días y semanas anteriores les había estado calentando las espaldas diciéndoles que el oro estaba chupao, que eran los mejores, los más altos y los más guapos. Luego, entre el cansancio y un mal día que lo tiene cualquiera (lo malo es que suele coincidir con un buen día del rival), las ilusiones previas se van a hacer gárgaras y entonces llega la pena, el lagrimeo y el puturrú de fuá. Ya ni ZP en la tribuna hace milagros. Se jodió el oro que cagó el moro (con perdón).

A ver si lo digo bien clarito. Desde el sillonbol o desde la redacción de un medio de incomunicación de masas, todo parece muy facilito. Nadal gana con la gorra. Alonso, ni se ensucia el mono. A Indurain le bastaba con dar dos pedaladas y media. Y los chicos del fútbol, basta con que digan a sus rivales el dineral que tienen en su cuenta corriente, para que éstos se acojonen y les dejen libre la portería. ¡Cuánto listo hay por el mundo, y yo el primero! Los que lo arreglan en cuatro días y con dos patadas. Los que tienen siempre a mano una táctica y estrategia para cada ocasión, cual si los entrenadores y técnicos fuesen unos pardillos analfabetos. No hablemos nada de los que grillean por el micrófono, al modo de los locutores patateros que padecemos en las diferentes televisiones y radios, en los que el sentido común y el crítico brilla generalmente por su ausencia. Pues nada, listorros. Con que el oro estaba en la cazuela, ¿verdad? Estos días las consultas de los oculistas y de los psiquiatras deberían estar repletas de tanto enteradillo de pitiminí".

lunes, 5 de octubre de 2015

ARTURO MAS: YO SOY REBELDE PORQUE EL MUNDO ME HA HECHO ASÍ...


CARTAS PUÑETERAS

Estimado señorito Mas, don Arturo:

Confieso que me tiene usted pasmao. No sé si por culpa suya o por los feligreses que le siguen el sermón de la montaña. A su edad, casi la misma que la mía, uno no está para muchas rebeldías salvo que el coco le patine, tenga el bolsillo más vacío que las órbitas de una calavera o sea de esos que aún tiene una revolución pendiente. De lo primero empiezo a albergar ciertas certidumbres pues el ejercicio abusivo de la política y el poder entontece mucho. De lo segundo, no me cabe duda de que usted no es un muerto de hambre sino un vivo muy vivales pues de casta le viene al galgo. De modo que la hipótesis tercera va ganando por ahora. Sí, parece que usted es de esos que tiene una revolución pendiente y como no creo (visto lo que suele hacer cuando gobierna y lo que predica) que le importen mucho los desharrapados, la marginación de los pobres, las injusticias con los débiles..., parece que lo suyo es más bien una rebeldía artificial, prefabricada, mezquina y estúpida que no es lógica a tenor de su trayectoria vital ni política.  

Que alguien como usted, procedente de la burguesía catalana, con poca trayectoria laboral fuera del mundo de la Administración y la politiquería (con 26 añitos ya comenzó a chupar de la teta de la Generalidad), un anodino y plomizo economista de salón y té que aburre hasta a las ovejas, haya sabido subirse al pedestal tras ímprobos esfuerzos (a pesar de tener el padrinazgo del gran Pujol), demuestra que es un tío con suerte: la suerte de tener una parte del pueblo medio aborregada por cantos de sirenas que lleva oyendo desde el inicio de la transición a través de los medios catalanes, escuelas catalanas y todo tipo de organizaciones nativas compradas a golpe de propaganda, subvenciones, cuotas de poder y sentimiento catalán, sobre todo "sentimiento", ese bálsamo de Fierabrás que cura todas las heridas que desde fuera infligen a "su pueblo" los ladrones que usted ya sabe.

En cualquier país o lugarejo más o menos democrático (y no lo que usted entiende por democracia), esto es, en cualquier lugar donde no hubiera tantas voluntades compradas y asimiladas como tiene por allá (qué le voy a decir si por aquí abajo, por Andalucía, otros gobernantes llevan casi 40 años con la misma jugada sólo que aplicada desde otros sentimientos igual de falaces que los suyos), en cualquier otro sitio más crítico y menos engatusado, le decía, usted ya habría salido por patas camino de la cárcel (con el 3 % de pena añadida), o camino de las Chimbambas, el exilio dorado.


En los últimos tiempos, en vez de gobernar, se dedica a montar pollos y pollastres electorales tras los cuales cada vez está más débil aunque lo vende como todo lo contrario aprovechando que miles de borregos prefabricados durante años no ven más allá de sus narices (las de usted). Cada nuevo numerito electorero pierde más apoyos, vaya solito o acompañado, sean las urnas de cartón o plesbicitarias. Qué tío, lo rematadamente mal que llega a hacer las cosas pero ahí sigue, luciendo hipócrita sonrisa, como si fuese un ganador nato. Para el señorito burgués que va disfrazado de antisistema (usted), el mundo normal es el mundo al revés y no tiene escrúpulo alguno en darle la vuelta a cualquier argumento con tal de pretender llevar razón. Lo bueno es que muchos le creen y eso sí que entra ya dentro del estudio de la psicopatología política.

La última fantasmada suya que leo antes de escribir estas letrajas es que, cuando su convocatoria de aquel referendum de cartón del 9N del año pasado, lo suyo no fue una desobediencia a las leyes y tribunales que se lo avisaron, además de una farsa. Lo suyo fue "una rebelión democrática". Perdone que le diga, cual si fuera un niño y usted el emperador desnudo, que es un cínico de tomo y lomo. Le miro en las telecacas y sólo veo un ejemplar de político de alcoba (no da para más) que se considera el máximo representante de la democracia en las tierras catalanas mientras que los que no se unen a su ronzal (todavía los hay, y mucho, pese a tanto control social por parte de sus monaguillos a sueldo) son totalitarios, rabiosos, anticatalanes, etc.

Al parecer, democracia y de la buena es lo que tiene montado en la TV3, ejemplo de pluralidad informativa. Democracia fetén es su ocupación política y partidista (viene de lejos, ya con su padrino Pujol) de la educación pública. Democracia guay es que quien desee estudiar en español tenga que mover Roma con Santiago (pasando por Barcelona), y con el riesgo de que le partan la cara. Qué demócrata es usted, camarada. Tanto que lo suyo no es incumplir las leyes sino la rebelión democrática ante aquellas que no le gustan, es decir, aquellas con las que usted no comulga en misa de ocho a nueve. Si es por eso, este menda se cisca en el 70 % de las leyes que se me aplican desde Europa, Madrid, Sevilla y mi ciudad, pero me tengo que joder porque en un Estado de Derecho los ciudadanos acatan las leyes e intentan cambiarlas con su voto cada cuatro años. Pero como usted no es un ciudadano del montón, sino uno de esos políticos de mierda que nos vienen gobernando desde hace unos lustros, usted sí puede saltarse a la torera las leyes con las que no simpatizan sus intereses. ¿He dicho antes que es usted un cínico? Sólo le mejora que está rodeado de ellos a manos llenas, dentro y fuera de Cataluña.

Si en su cortijo, país o nación hubiera una rebelión democrática sensata lo primero que pasaría es que a gran parte de la clase política a la que pertenece los mandaría al cubo de la basura. Hace no mucho les escupían e impedían entrar en el Parlament. Aquello fue agua de borrajas porque ustedes (viven las 24 horas preocupados por cómo engañar al prójimo) aprendieron la lección y desde entonces comenzaron con el rollete independentista, que une mucho de puertas adentro y aisla cantidubi (aunque usted mienta sobre esto) de puertas afuera. En un estado de rebelión democrática ya le habrían mandado al carajo por no bajar los abusivos impuestos a las clases populares, por gobernar sólo con la bandera estelada alrededor del cuello, por ser incapaz de situar a su tierra más allá de la crisis (como no sabe, anda siempre convocando elecciones o mirando al más allá), por romper en dos la sociedad cuando es mucho más compleja y plural, por no explicar de qué va el 3% suyo y el ajeno... Aquí, señorito Mas, si hubiese menos borregos y más demócratas, menos compadres del corazón y más amigos del sentido común, en dos días le habrían montado un cirio democrático del carajo y ya habría tenido que salir por piernas de Cataluña camino de ninguna parte. Con usted al frente, Cataluña se está yendo a la mierda, en vez de ser usted y sus compadres, los que se merecen viajar hacia tan inhóspito lugar.    

viernes, 2 de octubre de 2015

LOS LIBROS MÁS PEDORROS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS

Dicen los que saben de esto que la trilogía “50 sombras de Grey” ha sido el lote de libros, juntos y por separado, más vendidos de 2012 y 2013, no sólo en España sino en multitud de países occidentales. Quiero suponer que no lo ha sido en los países musulmanes y orientales porque allí la mayoría de las mujeres no necesitan leer esa bazofia para conocer algunas técnicas sadomasoquistas: las sufren en la sociedad en que viven sin necesidad de leerlas, así, directamente y a pelo. En las viejas idioticracias occidentales el exitazo de la trilogía de E.L. James fue tan arrollador que hasta hubo un par de víctimas del libro: gente que confundió la realidad con la ficción. Recordemos: una ejecutiva británica demandó a su maridín por negarse a practicar con ella juegos sadomasoquistas que figuran en esos librejos y una alemana de 28 añitos la palmó por practicar dichos juegos con su novio (fue golpeada más de cien veces con un puntero de madera hasta resultar herida e irse al otro barrio). 

Hay gente para todo, incluso para leer semejante trilogía habiendo como hay miles de libros con los que gozar, reír, llorar, imaginar y hasta aprender a jugar con el sexo de manera completa sin necesidad de poner en riesgo la propia integridad y la dignidad. Poco después llegó a las pantallas (habitualmente llenas de basura cinematográfica yanqui) la película sobre el asunto Grey. Lo mismo han llegado también al mercado videojuegos, consoladores y otra amalgama de cachivaches para el fornicio con los que atiborrar las tiendas Grey, los restaurantes Grey, etc. Vivir ya es una gran aventura sadomasoquista pero mucho personal todavía no acaba de enterarse por lo que se empedorra con sucedáneos como los de la James creyendo descubrir emociones nuevas.

Y, como es lógico, faltaba la continuación de la saga. Desde junio ya la tenemos aquí bajo el originalisímo titulazo de "Grey". Ahora es el maromo quien cuenta la misma tontorrona historia pero desde su punto de vista. Recomiendo el libro a las amigachas de las letras basura, máxime si entre ellas hay beatas, reprimidas, madres ursulinas... 

jueves, 1 de octubre de 2015

EL FÚTBOL, UN DEPORTE VIEJUNO

Los tiempos adelantan que es una barbaridad. Las nuevas generaciones apenas suelen tener que ver con las anteriores. La tecnología lo invade todo. Incluso las escuelas ya no se parecen en nada a las de hace 30 años, excepto en que todavía pervive en muchas de ellas la tiza y la pizarra. Sólo hay algo inmutable, único, eterno: el fútbol.

Si quitamos todo el montaje escénico, económico y viajero del fútbol actual, veremos que el juego –como tal- apenas ha evolucionado desde que hace la tira de años a unos masoquistas ingleses se les ocurrió pegarse patadas jugando con un balón en vez de jugar a policías y ladrones.

Salvo por algunas pequeñas reglas casi todo lo demás continúa tal como si no hubieran pasado los años. Sí, ya sé que hoy día los jugadores pegan las patadas a los rivales más certera y eficamente. Sí, ya sé que hasta el autista más oculto del planeta sabe quien es Cristiano o Messi. O que los grandes clubes del mundo mueven más millones que algunos países del segundo y tercer mundo. Pero si vamos a la esencia del fútbol y a sus reglas, la cosa sigue decimonónica.

Muchos partidos aburren hasta a las ovejas. A veces meter un gol es una proeza superior a volar hacia la Luna en barco. Los jugadores, por no saber, no se saben ni las reglas del juego que practican. Y los árbitros… Corramos un tupido velo. Ya no van de negro pero por muchos colorines que algunos se pongan, siguen fallando en sus apreciaciones más que una escopeta de chocolate.

¿Tan difícil es introducir normas que aviven el juego, que se traduzcan en más posibilidades de gol o en más goles? ¿Tan difícil, en estos tiempos de superabundancia tecnológica, es conseguir que los árbitros puedan ser ayudados a cometer menos errores? En una pista de baloncesto hay tres árbitros completamente activos y un chorro de jueces. En un campo de fútbol, muchísimo más grande, sólo arbitra un señor, dos actúan de pasmarotes y otros de pasmarote y medio. Ah, y juegan veintidós tíos más preocupados de ver quien engaña mejor al tío del pito o quien le presiona más. El pito... Sí, a estas alturas de la película y todavía siguen con el pito en la boca. (Ahora le han añadido un spray, angelitos). Y el fuera de juego ese, que ni un águila real (y mira que tiene una vista impresionante) sería capaz de discernir en ocasiones. Y el penalti dichoso, una jugada decisiva que se señala de higo a brevas, según el balance testicular del árbitrillo o arbitrazo (el primero lo señala en contra, el segundo a favor) y que es demasiado decisiva. 

En fin, que los espectadores de los partidos de fútbol deberían acudir a los estadios vestidos con trajes de época para hacer honor a la añosidad de un juego-deporte que ya ni es juego ni deporte sino simplemente una máquina de hacer y despilfarrar millones. 

MI BANDERA

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SÁTIRA & IRONÍA

SÁTIRA & IRONÍA

"VIVIR SIN MI MÚSICA SERÍA IMPOSIBLE"

La música empieza donde acaba el lenguaje.
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