Blog personal crítico y variopinto (con música al fondo)

miércoles, 23 de diciembre de 2015

FELIZ NAVINÁ

Entramos en esas fiestas entrañables, por familiares y tópicas, en que los unos a los otros nos deseamos felices pascuas, próspero año nuevo, paz y amor y tralará tralarí. Y como estamos la mar de contentos, pese a estar más tiesos que la mojama, no perdemos el buen humor: ¡Feliz Naviná! Aquí una muestra de nuestros buenos deseos, prometiendo volver cuando pase todo este follón, más o menos el día 4 del nuevo año. Lo dicho: ¡Feliz Naviná!

lunes, 21 de diciembre de 2015

HACER DE CUERPO

Dejemos las sesudas reflexiones para otro día y limitémonos a situarnos ante las viñetas que estos días navideños de idiocia al cuadrado (en algunos casos, al cubo) se nos han ocurrido para matar el gusanillo de la sátira, el sarcasmo y el trapisondeo. El culto al cuerpo y el desprecio al cuerpo, o sea, más de lo mismo. Y que el lector pase unas felices navidades, pascuas, vacaciones o lo que sea. Pronto nos leeremos en el nuevo año de aúpa que nos tienen preparado los que nos llevan de culo y cuesta abajo, pero mientras tanto ríamonos hasta de lo más sagrado: la Naviná. (Próximamente en su pantalla amiga, o sea, la suya).


viernes, 18 de diciembre de 2015

SIETE CITAS TIENE EL GATO - 8

Mientras encuentro a mi media naranja, voy comiendo mandarinas.

La danza es la expresión vertical de un deseo horizontal.

Nuestra vida está hecha más por los libros que leemos que por la gente que conocemos.

¿Ha pensado alguna vez que la gallina es sólo el medio de que se vale un huevo para producir otro huevo?

El hombre es una breve aventura química sin sentido.

Se necesitan más de 40 animales para obtener un abrigo de piel, pero sólo para uno llevarlo puesto.

El ordenador es la evolución lógica del hombre: inteligencia sin moral.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

CUALQUIER TIEMPO PASADO FUE EL MISMO

Cualquier tiempo pasado no es que haya sido mejor o peor que el de ahora, es que ha sido el mismo. Eso es lo que suele pasar por culpa de la mala memoria de que está dotado el bichejo humano, el cual no se acuerda mucho de lo que vivió. No es que la memoria del presente endulce el pasado, es que creemos vivir por primera vez lo que ya han vivido antes muchos como nosotros, y a veces, nosotros mismos. 

Hoy traemos varias viñetas de las revistas "Por Favor" (diciembre de 1977)  y El Papus (mayo de 1979). Una breve reflexión sobre las autonomías, un eslogan electoral que hoy haría furor, el uso del fútbol como anestesiante de las masas y la escasa diferencia entre gobierno y oposición, salvando las cuestiones formales que unos y otros se encargan siempre de destacar para intentar seguir o conseguir de nuevo el poder.  Viñetas que podrían hoy publicarse en la prensa de más actualidad. Bastaría sólo quitarles esa pátina de tiempo que les da el color sepia. Sí, más a menudo de lo que nos acordamos, cualquier tiempo pasado fue el mismo que ahora.


lunes, 14 de diciembre de 2015

DEMASIADOS HOMENAJES


(Este artículo lo rescato de mi blog "Por el Arco del Triunfo" tras ser publicado allá por el 12 de septiembre de 2010. En él se hacía una crítica -creo que demoledora- hacia tanto homenaje como habían recibido los chicos y el entrenador que ganaron el Mundial de fútbol de Sudáfrica. Aquello fue excesivo pero la tónica sigue siendo la misma: cualquier triunfillo deportivesco es aprovechado por gobernantes de mil pelajes, periodistillas de media pluma y micro y tropecientos mil aficionados a la cosa para darle más gloria de la que tiene a unos eventos que son puramente entretenidos).

Este veranillo conocí a un tipo la mar de interesante. Fue en el ascensor de casa. Un anciano de unos 80 años muy bien llevados, pelo blanco, elegancia natural, discurso fácil e ilustrado. Era el padre de una nueva vecina y venía a pasar unas semanas con ella. Se le notaba con ganas de entablar conversación cuando ambos coincidimos en la puerta del ascensor. En días posteriores nos encontramos, de modo casual o a conciencia, para charlar y matar el tiempo. Me contó que tuvo que exiliarse en sus años mozos antes de que la poli franquista le echase el guante. Todo porque, con una herencia paterna, montó una pequeña librería donde se puso a vender clandestinamente libros y autores prohibidos: Bakunin, Malatesta y hasta Carlitos Marx. Libros que conseguía importar desde Francia con mil triquiñuelas.  Se largó a Suiza y luego estuvo por Alemania, Inglaterra y Francia. Trabajó en diversas profesiones y disfrutó de la vida lo que pudo. Regresó a España unos años después de que el dictador Franco se fuese a cultivar gusanos debajo de una lápida del Valle de los Caídos.  Cuando regresó de nuevo a su país sufrió tal desilusión que a punto estuvo de largarse otra vez pero ya andaba por el medio siglo de vida y si salía otra vez huyendo quizás ya nunca volvería. Su hija había decidido quedarse así que él acabó convenciéndose de que el final de sus días debía pasarlo en el país donde su madre lo había parido. 

Desencantado de tantas cosas, ahora contemplaba la vida con gran serenidad, aunque me reconocía que demasiadas cosas de las que ve y oye le repatean los higadillos. Si traigo a colación hoy a Romualdo –que así se llama este viejecito tan resultón- es porque hace un par de días me enteré que el seleccionador Vicente del Bosque había recibido el enésimo homenaje por la victoria mundialesca de Sudáfrica. Recuerdo que un día de agosto, sentados en un refrescante banco del parque, estuvimos hablando precisamente de estas cosas.

—Mire, vecino. Yo he sido un deportista vocacional. Soy de los que creen a pie juntillas que un cuerpo sano produce una mente sana. Y para que haya un cuerpo sano hacen falta saludables hábitos, alimentación frugal pero variada y mover el esqueleto de manera correcta. O sea, haciendo un poquito de ejercicio físico, desde andar bastante a poner prietas las carnes. Todas estas cosas ya las sabían los griegos y los romanos o sea que fíjese usted lo ignorantes que nos hemos vuelto la mayoría. Porque se habrá dado cuenta que hoy mucho personal ha abandonado estas bellas costumbres, empezando por bastantes jóvenes, a los que ver ya tripudos me causa pasmo y desolación.

Me soltó una larga parrafada sobre las bondades del ejercicio físico y cómo, gracias a haberlo practicado de manera continuada y rutinaria durante muchos años, ahora se encontraba con menos achaques de salud de los previstos. Estaba convencido de ello.

—Frente a esa gente que lo único que mueve es la mandíbula, pues a todas horas está masticando algo, está el otro extremo: el de los que machacan su cuerpo a niveles casi prohibitivos, sea a nivel profesional o de aficionado. Gente a la que todos han convertido en ídolos, dioses, seres de otra galaxia pues hoy sólo se valora el triunfo espectacular y el ser número uno en las cosas más insustanciales, incluyendo el deporte ultra competitivo. Eso no tiene nada que ver con desarrollar unos hábitos físicos y saludables, claro. Usted me entiende, ¿o no?

Cómo no le iba a entender si es algo que vengo pensando desde que era un mocoso con chupete.

—Es que estamos tan descerebrados que ya poca gente entiende este discursito mío. Perdone la pedantería, pero es que me duelen las muelas cada vez que veo lo que veo. Por ejemplo, eso de la Roja o Amarilla. Vale, los chicos esos de la selección han ganado un  difícil Mundial de fútbol, además de una millonada de euros. Puedo entender que los periódicos y televisiones los retraten hasta cuándo van a mear al retrete. Pero, ¿quiere usted decirme a qué viene tantísimo homenaje popular como les están dando? Ya ve que todos los jugadores han sido homenajeados en sus pueblos y barrios, han sido recibidos por las autoridades, agasajados con regalos, nombrados hijos adoptivos y predilectos, ecétera. ¿Usted cree que esto es normal?
—Será que en este país somos muy agradecidos… —le contesté a ver por donde salía.
—¡Y una mierda, con perdón! Este es uno de los países más desagradecidos del mundo. No le hablo de cuando yo era joven en medio de una dictadura asquerosa. Le hablo de ahora, en que muchos compatriotas tienen que irse fuera para poder comer caliente o que los aprecien en su trabajo. Le hablo de miles y miles de ciudadanos que trabajan de sol a sol y son ninguneados y hasta puteados sin que nadie les reconozca su buen hacer y su sacrificio. Por eso me extraña que en todos los rincones se estén dando tantos homenajes a unos tíos que no creo que se lo merezcan. Porque, a ver, ¿qué bien han hecho al país, han inventado un remedio médico eficaz, han creado puestos de trabajo, son líderes de opinión intelectual? Esta gente, jugadores y técnicos, no tiene la culpa de nada, claro, incluso algunos de ellos pueden estar sintiéndose muy incómodos con tanto agasajo absurdo, pero tanto homenaje popular no logro entenderlo.
—No sé, don Romualdo, quizás han hecho felices a millones de personas gracias a su triunfo…
—Vaya forma más idiota de felicidad… Estoy hasta el gorro de tanto homenaje a los campeones del mundo. No se lo merecen, amigo mío. Así de claro. Ya tienen suficiente premio con la millonada de pasta que le han dado a cada uno. Esto parece una charlotada, a ver qué ciudad y corporación municipal muestra más énfasis en el homenaje y el peloteo. ¡Hay tanta gente de la ciudad o pueblo mucho más merecedora de homenajes que estos cantamañanas! El pobre basurero que lleva 40 años recogiendo la porquería de la vecindad y que acabará jubilándose uno de estos días sin que nadie le haya dado ni las gracias. O ese profesor del viejo colegio de las afueras, que durante muchos años se ha desvivido porque los jóvenes de la ciudad fuesen gentes preparadas y más o menos cultas. O el tendero de la esquina, con tres décadas tras el mostrador, sirviendo mercancías a la pobre gente, o el peluquero Francisco, por cuyas manos han pasado todas las cabezas de la barriada. Amigo mío, ¿usted ha visto algún ayuntamiento que haya homenajeado a la gente que se ha desvivido, durante varias decenas de años, por servir decentemente a sus vecinos sea cortándoles el pelo, vendiéndoles pescado, limpiando las calles, enseñando a los chaveas, o cosas así? ¿Ha leído en algún periódico algún agradecimiento, una crónica de despedida, una referencia amistosa a años y años de modesto pero necesario trabajo hacia la comunidad? ¡Y ahora nos vienen a tocar las narices a algunos con tanto homenaje y tanto bombo a unos futbolistas cuya única ocupación consiste en alimentar de olvido y gansadas a las masas para que así no piensen en cosas menos estúpidas!

Noté que Romualdo empezaba a acalorarse pero fue una falsa alarma. Le indiqué mi total acuerdo con lo que afirmaba pero que las cosas son lo que son y que no es fácil cambiarlas. Si hasta criticarlas está mal visto... Luego nos pusimos a charlar de otros temas llegando casi a la misma conclusión.: parece que en estos tiempos de globalización lo único que se ha generalizado a nivel planetario es la idiotez. Eso piensa don Romualdo y eso mismo piensa el muá.

viernes, 11 de diciembre de 2015

SUBIENDO EL ANGLIRU

(Cualquier parecido con la realidad pudiera ser mera coincidencia imaginativa. O no...)

“…Después de chuparnos casi 200 kilómetros, ahora llega el Angliru éste de las narices. Once kilómetros de cuesta que te cagas. Parece que las carreras las hagan para jodernos vivos a los ciclistas. Echaré un trago de agua, que no veas la que me espera… Empieza el maldito infierno y ya va al 7 %. Ellos como van tan tranquilitos ahí montados en su coche… Ojalá se les parase en mitad de la cuesta y empezara a irse para abajo. Lo que me iba a reír…
… Esto es pasarse. No hay derecho a que nos hagan esta putada a la mayoría, que no somos ni Contador ni Sastre ni esos primeros espadas. Nosotros somos gente normal, yo un rodador que me juego la vida en el llano y en la meta, pero que aquí no puedo andar porque peso demasiado. ¡Que le pongan el Angliru sólo a los jefes de fila y a nosotros que nos dejen en paz! ¿Qué necesidad hay de esta salvajada de puerto?
…Voy echando los higadillos y todavía no llevo ni seis kilómetros de subida. Seguro que el Contador ya habrá llegao a la meta. Y mira estos tíos, ahí delante de la carretera, que no nos dejan ni verla. Si parece que todos estén mamados… ¡Venga, que tú puedes, cobarde! –me ha dicho uno. No me he bajao de la bicicleta para darle dos tortas porque encima me la cargo yo. Su padre y su santa madre… Lo que tienen que hacer, af, uf, es dejarnos tranquilos, despejar el terreno para que el oxígeno nos llegue mejor y callarse, que ya no sólo me duelen las piernas y el alma si no también los oídos de escuchar tantas idioteces. ¡Y dejarme el culo quieto, con tanta palmadita ni leches! (Otro traguito de agua con vitaminas antes de que reviente. Glu, glu, glu…).
…¡La madre que los parió! Ya voy por la zona de Llagos y es que no aguanto más y eso que voy a paso trotón. Luego, cuando suba arriba, si llego, encima me querrán pinchar los sádicos éstos para ver si voy limpio. ¿Limpio? Como pongan en duda mi honor y limpieza me los como vivos… Si llevo cuatro días con moquillo, uf, af, y sólo puedo curarlo con pañuelillos de papel... Lo que tendría que hacer, si tuviese agallas y otro empleo, es bajarme de la bicicleta, llamar a los pringaos esos de la tele y que me enfocasen viendo cómo la tiro por el barranco. No hay derecho a que nos hagan pasar este infierno a la gran mayoría y, encima, mañana otra montañita para acabar de rematarnos. Estos dirigentes hipócritas que nos exigen esfuerzos sobrehumanos para sacar pecho ellos. Si aquí la gente más honrada somos la mayoría de los que vamos montados sobre estas dos ruedas. ¡Serán mamones! Uf, af, of, ya no aguanto más, voy a tirar la toalla antes que eche la pota. Eh, tú, no me des la palmadita en el culo, a ver si encima me vas a tirar… ¿Sabrán algo de ciclismo estos capullos?
…Me bajo, sí, me bajo y me voy pal pueblo. No quiero saber más de ciclismo putero… Pero…, Angelillo, no seas malaje, aguanta… que ya sólo queda un kilómetro, total, ná de ná, sólo un kilómetrillo con rampas del 20 %... Yo querría, pero es el olor a embrague quemado de los coches que se me está metiendo en el cerebro… Si es que al final parecía que me iba a librar de vomitar y voy a echar todos los macarrones que me tomé esta madrugada… No hay derecho que nos hagan esta putada, no hay derecho... Y mal pagada, encima, que los jefes cobran mucho pero los gregarios vamos que nos matamos. De verdad que si llego… (¡quitaros de en medio, mamones, que ya no veo ni la carretera…!), si llego voy a decir cuatro palabritas a los que juegan de esta manera con nuestra salud… Claro que… qué voy a adelantar con eso, que me pongan una multa, que me echen, salir en los papeles, que me llamen cobarde, que no pueda regresar al pueblo… y a ver qué hago con mis dos churumbeles y la Rosa, me los como con patatas, ¿no? A ver si ahorramos algo y compro un huertecillo… , pero es que no hay derecho a que nos hagan esta putada... El Angliru deberíais de metéroslo donde os quepa, mamonazos… Uf, af, allí se ve la meta, por fin se acaba la pesadilla, ánimo hombre, que ya estás cerca, uy, no veo bien la carretera, y ya no veo a mucha gente, ¿qué me pasa?, noto algo raro aquí adentro… Oh, ¡dios mío…! “
(¡Tarí, tarí, tarí…! ¡Paso a la ambulancia! ¡A ver, apartarse, que haya aire para el ciclista…!)

-¿Qué le ha pasado?
-Irá dopado hasta las orejas y ya ves, la ha palmado…
(Una voz desde las alturas, bastante cabreada).

-¡¡¡ HIJO DE ... !!!

miércoles, 9 de diciembre de 2015

PÁJAROS DE DESPACHO

Dado que la esperanza de vida ha aumentado hay que elevar la edad de jubilación. A los 67 años, por lo menos, o a los 70. Una edad perfecta para impartir clase a 25 chaveas de cinco años; maravillosa para pasear en un andamio 8 horas seguidas; estupenda para apagar el fuego de un bloque de doce pisos; fantástica para salir corriendo detrás de un delincuente pillado in fraganti; magnífica para manejar el volante de un camión de varias toneladas. Se creen estos políticos-idiotas del alargamiento de la edad laboral que la mayoría del personal se está tocando los cataplines como ellos y que tiene profesiones tan descansadas como las suyas. A la escuela, el andamio, el incendio, la calle o el camión los llevaba una temporadita para que vieran lo que es bueno.

lunes, 7 de diciembre de 2015

NUEVAS CELEBRACIONES

Según fuentes muy bien informadas, y a las que hemos tenido acceso tras invitarlas a un bocata de calamares, en un próximo Consejo de Ministros se van a crear cuatro nuevos días de celebraciones en el país, con el fin de adaptar el calendario festivo a las nuevas inquietudes y realidades sociales.

FUENTE: Revista "El Papus", 24 de mayo de 1975

viernes, 4 de diciembre de 2015

EXPERTOS PIRATAS


Ya no quedan piratas como los de antes. Esos que se echaban a la mar a por los tesoros que otros llevaban en los barcos, se jugaban la vida en conseguirlos y mantenían en bastantes casos cierta deontología profesional. Aquellos piratas que ni eran todos tuertos ni tenían la pata de palo, volaron con la modernidad.

Los piratas de ahora son de variados pelajes, pero los auténticos –los de pata negra-están localizados en el sector de las telecomunicaciones y nuevas tecnologías. Compañías a las que tienes que pagar para poder ponerte en contacto con ellas aunque la razón se deba a un fallo o incumplimiento imputable a su servicio. Pedirles información equivale a perder cinco, diez o más minutos escuchando mensajes de espera, música ambiental mientras se huele el morro y la risa que sus gestores se traen con esta situación. A más espera, más recaudan. Piratas sin moral que no saben darte una respuesta satisfactoria en la mayor parte de los casos. Embaucadores profesionales que te venden humo a precio de oro y que lo hacen porque no tienes otro remedio o alternativa. Trileros que a todas horas te restriegan por los medios masivos de propaganda que son maravillosos y que tu vida está en sus imprescindibles manos. Gentuza que te roba en relación al deficiente servicio que te prestan y a la que -encima- debes de estarles agradecido. En una sociedad en que el pirateo popular alcanza cotas de Guinnes, no está mal recordar el de esta tropa, que ese sí que es de Champions. Claro que no sé quienes son más piratas impresentables: si estas compañías o los gobiernos que toleran sus prácticas torticeras. 

miércoles, 2 de diciembre de 2015

UN TAL DÉSPOTA, UN TAL LÓPEZ

Acaba de llegarme el video de más abajo y, una hora después de verlo, todavía estoy en shock. Y eso que uno ha visto, a sus casi sesenta años, casi de todo. Pero escuchar al actual alcalde de Cartagena, una magnífica ciudad con más de 200.000 habitantes, dirigiendo plenos municipales con la insolencia, la cara dura  y la mala educación (además de la impunidad) con que lo hace, es para hacérselo mirar en esta España que va camino del abismo con personajillos de la ralea de este tipo. Pero demos paso primero al video:


A caciques como López, tan chulos, tan prepotentes, tan indignos del puesto que ocupan, hay que ponerlos en evidencia no sólo con un vídeo público: hay que mandarlos a la puñetera calle, alejarlos de las instituciones, borrarles de nuestros bolsillos y enviarles a la escuela de adultos para que aprendan buenos modales y respeto al prójimo. Porque si este menda lerenda es capaz de hablar así a los representantes del pueblo qué no será capaz de hacer y decir a pobres cartageneros que le soliciten o reclamen algún derecho o le planteen alguna exigencia personal o pública.

No logro entender cómo todavía no se han manifestado miles de cartageneros delante del Ayuntamiento, un día sí y otro también, para exigir la dimisión de este tipejo. Ni que los camaradas de Podemos y del Psoe sigan apoyándolo, salvo que lo crean de su misma cuerda. No logro entender que alguien que representa a una muy exigua minoría de ciudadanos sea capaz de actuar como un matón de feria con quienes representan a mucha más gente que él. Ni entiendo que en su partidín no haya alguien que sienta vergüenza ajena acerca de su deleznable comportamiento.

Siento decirlo públicamente pero a mí me llama la mitad de cosas que les ha dicho a la oposición en este vídeo casposo y la media torta no hay quien se la quite. Y digo media porque darle una me parecería un despilfarro. Hay que desterrar de todos los cargos públicos de España a gentuza como este López. O lo hacemos con una ley que impida comportamientos como el suyo o la gente de bien acabaremos siendo desterrados por estos sátrapas de medio pelo que no tienen catadura moral alguna. O la ciudadanía acogotada pero decente comienza a defender su dignidad personal y democrática y los corre a gorrazos, o será barrida del mapa. Quizás es lo  que empezamos a merecernos con gentecilla como este Franquito de mierda presidiendo la representación de ciudades como Cartagena.

Que tras 40 años de proyecto democrático hayamos desembocado en gentuza de este tenor es para que nos lo hagamos mirar...


lunes, 30 de noviembre de 2015

ALIMENTACIÓN Y EJERCICIO FÍSICO: BLA, BLA, BLA...


Dicen que en España cada día comemos peor, que somos uno de los países con mayores problemas de obesidad, que nuestra juventud practica menos ejercicio físico que un difunto… Vamos, que somos una calamidad en el tándem alimentación-ejercicio. Lo de la dieta mediterránea es pura imaginación virtual (carísima, por otra parte). Lo de mover el esqueleto es una vieja costumbre ahora pasada de moda. El vaso, pues, está medio vacío o vacío del todo y lleno de telarañas.

Nueve de cada diez progenitores defienden que sus hijos realicen ejercicio físico a diario y admiten que una alimentación saludable se consigue con una dieta equilibrada, pero una cosa es pensarlo y otra muy distinta el hacer que se haga realidad. Las estadísticas más optimistas afirman que una cuarta parte de los chaveas de este país andan fatal en asuntos alimentarios y físicos por culpa de los malos hábitos. Quizás el vaso tampoco esté medio lleno, como afirman estos padres de tan buenas intenciones.

Lo cierto, dejando a un lado vasos semivacíos o medio llenos, es que el sobrepeso y la obesidad infantil se notan demasiado en nuestras calles y plazas, lo que quiere decir que cuando el río suena… grasas lleva. ¿Cómo explicar que sabiendo como sabemos que el tipo de alimentación y la falta de práctica deportiva son nocivas para la salud, no nos apliquemos el cuento en la vida cotidiana, pasando a la acción? ¿Por qué pensamos una cosa y luego hacemos otra? ¿O por qué realizamos cosas negativas para nuestra salud si ya lo sabemos? ¿Masoquismo? ¿Pasotismo? ¿Idiotismo? Si la mayoría del personal ambulante pensamos que los niños deben hacer más actividad física, ¿por qué ni siquiera el 50 % de los chaveas entre seis y doce años realiza una hora de ejercicio al día? (Y eso que en esta hora se incluyen los paseos rutinarios). Demasiadas preguntas y una única respuesta clara: porque somos así de incongruentes, de contradictorios y de simples.

Hoy quería plantear esta cuestión con la crudeza en mí habitual. ¿No sería mejor hablar menos y hacer más? ¿Hemos perdido el norte y los otros tres puntos cardinales de manera que hasta los vegetales se alimentan y se mueven más que muchos humanoides pequeños y grandes? Francamente, estoy muy preocupado sobre este particular. Pero un momento que viene mi hijo a no sé qué cosa…
—Papi, anda, vamos al parque que tengo ganas de subirme a los columpios y luego pegarle patadas a la pelota…
—Pepito, dejémoslo para mañana porque ahora es que echan un partido de fútbol americano por el Movistar Pus.
—Pues cuando acabe, papi…
—Es que luego empieza por ParcaTV un partido de ping pong entre Chiquito de la Morería y el chinito Wuang Wueng Wuong…
—Pues aluego, papuchi, cuando acaben la partida…
—Es que a continuación empieza la final del campeonato de España de petanca y ahí juega un viejo amigo mío…
—Bueno, vale, pa. Después de comer bajamos…
—Verás, es que en Plastadeporte retransmiten una interesantísima partida de ajedrez del Torneo de Leningrado.
—Pero es que luego, padre, empezarán los partidos de fútbol… y entonces ya sí que no podrá ser…
—Ya sabes, soy un enamorado de la Premier, de las ligas italiana, argentina y alemana. Y como tengo que amortizar la cuota mensual del Pus… Además los partidos los echan en HD, hijo de mis entretelas…
—¿Entonces…?
—Verás, te he comprado un par de bolsas de patatas, tengo en el microondas un montón de palomitas esperándote, quiero que veas el nuevo juego que me he bajado de interné para la Play, luego llamaremos a Telepicha para que nos traiga dos pizzas tamaño familiar de sobrasada y queso con mortadela y tras darnos el atracón, mientras yo dedico la tarde a hacer deporte en el sofá, te he preparado una gran sorpresa: ¡la última peli de Disney, chocolate con churros y un saco de caramelos!

Con estos sabrosones planes, mi hijo Pepito se ha ido a guardar la pelota. Lo veo coger el camino de la puerta y, no sé, veo a este chico cada vez más gordo y fofo. Y es que no hace ejercicio alguno excepto ir andando al colegio.

Bueno, como les decía antes de la interrupción del niño: del dicho al hecho hay mucho trecho y si no damos una buena alimentación a los chaveas junto con una buena ración de deporte, al final acabará pagándolo su salud y la nuestra. Es increíble como un asunto tan claro y fácil no somos capaces de llevarlo a la práctica. Si es que no tenemos perdón…

viernes, 27 de noviembre de 2015

miércoles, 25 de noviembre de 2015

17 GOBIERNOS AUTONÓMICOS PERO LA CULPA ES SIEMPRE DEL CENTRAL

Si hay algo que viene cabreando sobremanera al Puñetas respecto al Estado de las Autonomías es que los diferentes gobiernos de éstas siempre salen de rositas en cualquier ocasión o circunstancia. Todos los varapalos de lo que ocurre en el Estado van dirigidos siempre al gobierno central, como si en realidad sólo fuese éste quien corta el bacalao en el país. Los diferentes poderes autonómicos han conseguido la cuadratura del círculo: sólo aparecen en las elecciones y para pedir pasta al Estado. Cuando vienen duras (casi siempre) quienes reciben todos los tortazos y concitan toda la responsabilidad son quienes gobiernan “desde Madrid”. Los varios millocejos de parados parezca que sólo competen a Rajoy y antes a Zapatero. De esa cantidad un milloncillo son andaluces y, digo yo, alguna cuota debería de corresponderle al gobierno andaluz con su multimillonario presupuesto. Pues no… Para estos asuntos, no existe ni se le espera. El déficit público es galopante pero la responsabilidad exclusiva recae también exclusivamente en el gobierno central como si los señoritos que mangonean en los 17 rincones de Spain no tuviesen nada que ver con el asunto. Y si hay problemas de sanidad, educación o asistencia social, también es el gobierno central quien corre con los varapalos. Eso sí, si hay pasta a raudales, no será este sino los los autonómicos los que se apuntarán la medalla. Así es facilísimo gobernar, oiga. 

A crear esta imagen completamente falseada de la realidad contribuyen los medios informativos “nacionales” que, radicados en Madrid, se ocupan sobre todo de la política “nacional” (gobierno central, Parlamento, etc) mientras que sólo se preocupan de la periferia cuando se produce un hecho luctuoso, corrupto o simpático. A su vez, los medios provinciales y autonómicos, al estar más cercanos al poder del terruño, se lo piensan mucho a la hora de linformar críticamente por aquello de que la presencia gubernamental local y autonómica les controla  más de cerca, de manera que el personal (que, además, se informa poco y casi siempre a través de los medios televisivos) acaba por estar en la inopia. Se da así la paradoja de que Periquillo Tuercebotas, ciudadano insigne de este país llamado no se sabe qué, conocía al dedillo los modelitos que cada día lucía la vicepresidenta zapaterina de la Vega/Vogue o los pelos de la calva del ministro rajoniano de Guindos mientras que no sabe quién demonios le gobierna la sanidad o la educación autonómica. Periquillo sabe más del personaje Obama que del presidente de su Comunidad Autónoma. Así, ya digo, da gusto gobernar… O sea, a las maduras. Para las duras ya tenemos a quien echarle la culpa: esos que gobiernan en Madrid y que legislan en Madrid. ¡Como si no hubiera otros 17 parlamentos donde se cuecen las tropecientas mil leyes que esclerotizan a la ciudadanía! 

lunes, 23 de noviembre de 2015

PARA DELINCUENTES, LOS DE ANTES


Que el mundo y sus gentes vienen degradándose desde tiempos ha es una verdad como un campo de fútbol. Una de las cosas que ha empeorado a ojos vista es la delincuencia y la matanza de gente inocente.

Los medios de destrucción masiva proliferan tanto en estos tiempos que hoy día no hace falta ni un gramo de inteligencia para llevarse al otro barrio al personal o para destrozar cualquier lugar paradisíaco. Inconvenientes de la técnica moderna y de la necedad que habita en el cerebrín de muchos humanoides del siglo en vigor.

Antiguamente un tonto del culo sólo disponía de una tiza o un trozo de roja pizarra para escribir en las legendarias paredes de una catedral la manida frase de “Tonto el que lo lea”. El primer tonto era él mismo, claro. Hoy día, cualquier desgraciado imberbe compra un spray en un kiosco y no deja espacio libre en todas las paredes de la misma catedral, pintarrajeándolas con miles de signos ininteligibles ya que de su mente plana no puede salir otra cosa. No veas los miles de euros que cuesta dejar esas sacras y antiquísimas paredes nuevamente como el jaspe. Todo gracias a un imbécil con menos fósforo en el cerebro que el existente en cien cajas de cerillas.

De igual modo, subiendo en el escalafón de las gamberradas y los delitos, podemos llegar al hacker financiero actual capaz de chuparse la pasta de miles de personas, entrando como Pedro por su casa en sus cuentas corrientes y sin más alardes de sabiduría que tener algunos conocimientos o trucos informáticos y estar en el lugar apropiado. Antiguamente anda que no tenía que discurrir el pícaro correspondiente para estafar unas cuantas monedas al palurdo inocentón… Se necesitaba amplia inteligencia, conocimientos psicológicos del patán, un piquito de oro y buenas piernas. Así se daba el timo del tocomocho o similares. Hoy, ese bancario o informático de pacotilla –con menos ingenio que las teclas que pulsa- en unos minutos y con algo de suerte se monta el negocio del desvío de la pasta, todo sin riesgo ni finura, por lo que en cuatro días acaban pillándole gracias a los rastros dejados en la jugada.

Pero lo peor es cuando la jugarreta implica acabar con la vida de alguien. Antes los terroristas y asesinos seleccionaban a la víctima, estudiaban sus pasos, conocían su psicología y comportamientos y tras un master en la universidad del ingenio y de la valentía personal (jugándose su propia vida, a la que valoraban bastante) acometían su obra con la mayor precisión y destreza. Atacaban al jefe, al responsable, a quien tenían que liquidarse para fastidiar realmente el invento. Atentados famosos de la historia así lo atestiguan. En la actualidad ya no hay gente tan estudiosa en tan trágicos asuntos. Los nuevos palanganeros del terror no se calientan mucho los cascos: se pone la bomba, se aplica el detonador a distancia, boom y ya está. Y si hay que morir en la masacre, se recluta a varios descerebrados de esos que valoran su vida menos que la de un mosquito, y santas pascuas o bombas. Que mueren gentes que no tienen nada que ver con el asunto: daños colaterales. Que se destrozan edificios enteros, no importa mientras despachurremos a un grupo de paseantes. La degradación de este terror moderno es matar a gente que no tiene culpa de nada. Muere el que en ese momento estaba sacando dinero del cajero automático. Fenece la empleada de la limpieza que barría la acera. Se evapora el paseante con perro que miraba el escaparate de una tienda situada en el lugar más inapropiado.A esta chapuza, a esta acción “heroica” le llaman sus ejecutores “atacar los intereses norteamericanos, británicos, españoles o lo que sea”. ¡Serán subnormales!

Para delincuentes, asesinos y terroristas, los de antes. Aquí sí que vale que cualquier tiempo pasado fue mejor. Gente que sabía hacer perfectamente su oficio, no como los chapuceros de ahora. Ya ni en los delincuentes queda un gramo de inteligencia y profesionalidad, incluyendo a los que se mueven por las altas instancias del politiqueo. ¿A dónde vamos a llegar?

viernes, 20 de noviembre de 2015

MANTRAS DE LA ECONOMÍA

La economía, a falta de que sea una ciencia (en realidad es pura quiromancia aplicada al pasado), es experta en mantras. En la época de las vacas gordas tiene unos (ya se me olvidaron) y en la de las vacas muertas de hambre, otros (estos no se me olvidarán en la vida). Por ejemplo: “Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Mamones, habréis vivido vosotros… Hasta en los mejores tiempos había millones de parados y los salarios han sido en España, junto a Portugal y Grecia, los más bajos de la Unión Europea. “Los mercados han perdido la confianza”. O sea, que los que tienen la pasta quieren ganar aún más pasta a costa de la sangre ajena. “Estamos levantando el vuelo”. Vosotros, porque el común de la ciudadanía está en el subsuelo. “¡Es la economía, estúpidos!” En realidad quieren decir: Sois unos estúpidos por hacerle caso a la economía. “Está mejorando el cuadro estructural de la perspectiva económica frente a los retos del futuro”. O sea, me cago en vuestra parentela y ni os enteráis. “Sin competencia no hay libre mercado”. Traducción: La competencia es buenísima siempre que se aplique en los negocios ajenos. “Si no hay flexibilidad en el mercado de trabajo no se podrán crear puestos de trabajo”. Además del mal olor que destila la frasecilla también apesta que para vivir arrastrándote por el suelo te tengan antes que cortar las piernas. “No servimos para nada pero somos imprescindibles”. Eso no lo dicen los economistas y sus mamporreros, eso lo decimos nosotros.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

EL "PUTO" FÚTBOL


Todavía está por explicar científicamente el enorme exitazo del fútbol, el deporte “rey”. Aquí lo vamos a hacer tirando de las cuatro neuronas que aún nos quedan vivas (ojo, tras presenciar el no-fútbol y las tanganas de los tres últimos clásicos churriguerescos).

¿Por qué es tan abracadabrantemente popular el futbolín? Pues por lo mismo que lo es Belén Esteban, un suponer: porque sale en las telecacas y medios de comunicación enseñando sus vergüenzas. La chica es más simple que el mecanismo de un chupete, pero eso es un mérito para mostrar el careto a todas horas en los mass media del grito, el encefalograma plano y la mangancia intelectual. Igual le ocurre al deporte rey: simplicidad para lelos, grito pelado y comedura de coco audiovisual hasta la náusea. ¿Ustedes han visto que escritores, sabios, médicos, investigadores, etc, gentes que tienen muchas cosas que decir y la mar de variadas, salgan en las telemierdas tanto como la Esteban, Simeone o Luis Enrique? Pues eso, blanco y en botella.  Deje usted de hablar de fútbol y de mostrarlo día y noche al alienado y desnortado público y tendrá menos fuelle que un boxeador tísico.

Pero además de la publicidad y la propaganda a todas horas, hace falta otro ingrediente fundamental. Como la Esteban, el fútbol vive gracias a su esencia característica y prefabricada: la polémica más mema. De todos los deportes es el más discutido y discutible porque así lo quieren sus rectores y practicantes. Donde hay polémica, como donde hay pelo, hay alegría. Con la polémica que suscita –ampliamente difundida por unos medios que sacan buena tajada del negocio futbolero- no puede competir ningún otro deporte. Un partido de peloteros no dura noventa minutos: dura la semana previa y la posterior, con millones de panolis discutiendo si aquello fue o no penalti, si la expulsión fue o no merecida mientras que no conocen –ni les preocupa- el nombre de quienes todos los días les están robando la cartera y el cerebro. ¿Y cómo se llega a esa polémica esencial y estructural? Con unas reglas de juego de la señorita Pepis y un reglamento del hombre de Cromagnon.

¿Alguien se imagina un fútbol regulado por una especie de “ojo de halcón” al modo del tenis? ¡Se acabaría gran parte de la polémica y el personal dejaría de hablar y discutir días, semanas o años porque a ver quien polemiza sobre lo que es indiscutible o evidente!  Da igual que las nuevas tecnologías permitan que el espectador que está en el campo compruebe inmediatamente que lo que el árbitro ha pitado como fuera de juego no lo ha sido. Mandará la opinión del árbitro (que no es precisamente un robot dotado de ojo de precisión milimétrica), un tipo que en cuestión de microsegundos debe intentar ver y descifrar lo que le muestran 22 actores de teatro que trotan a su alrededor más pendientes de engañarle que de jugar al fútbol. Tipos que ya en los entrenamientos son aleccionados en la práctica  de revolcones, alaridos, descogorzamientos y otras expresividades corporales para así engañar mejor al trencilla en el día del partido. Claro, la  expulsión de un rival o provocar un penalti es garantía de tener la victoria casi en el bolsillo. (No hay ningún otro deporte en que haya dos jugadas tan determinantes). De ahí la preocupación de muchos jugadores en provocar este tipo de jugadas. Da igual que haya cámaras delante que luego puedan sacarles los colores de farsantes, mentirosos,  caraduras y sinvergüenzas por tanto teatro barato y chungo. Al final lo único que vale –aunque vaya en contra de la realidad más palmaria- es lo que pita el árbitro pues el fin (la victoria al precio que sea, incluido engañar al arbitrucho) justifica todos los medios.

En fin, el "puto" fútbol lo han hecho así  para mayor gloria del negociete económico e ideológico de quienes viven del mismo. Un sarao privadísimo pero que chupa enormes recursos públicos. Y que conste, por último, que hablamos del fútbol de élite y profesional, no de ese que juegan cuatro chavales en un parque arreándole patadas a una pelota de goma, aunque si se observa bien la escena verán ustedes muy pronto como la chavalería –a sus pocos años- ya ha sido pervertida y contaminada por el circo del fútbol de los grandes. Un asco, vaya. Por eso tiene tanto éxito el "puto" fútbol, el puto amo de nuestras vidas, vidillas y vidorras.

SIETE CITAS TIENE EL GATO - 7


Es curioso que se le denomine sexo oral a la práctica sexual en la que menos se puede hablar.

Persona muy ocupada busca relacion seria para el 23 de Noviembre de 2020, a las 22:30 horas.

El mundo no acaba en el 2015, tengo una lata de berberechos que caduca en 2017.

Chata, voy a pedir que te pongan una orden de acercamiento.

Lo que pide la situación económica es invertir… el orden establecido.

Encanto es lo que tienen algunos hasta que empiezan a creérselo.

La estupidez no es un defecto… si no una habilidad que se perfecciona con el tiempo.

lunes, 16 de noviembre de 2015

EL PIRATILLA SECUESTRADO


Origen de este satiricuento: allá por 2009 tuvieron lugar numerosos secuestros de pesqueros de diversos países, incluidos españoles, por parte de piratas somalíes. La situación se hizo tan habitual que la comunidad internacional decidió tomar cartas en el asunto y envió fuerzas de seguridad en los pesqueros e incluso navíos de guerra para prevenir los ataques filibusteros. En uno de esos encontronazos, militares españoles capturaron a dos piratas. La que se montó en España, la España bobalicona de Zapatero, fue de aúpa. Actualmente la situación por Somalia parece que está más o menos controlada.

(Cualquier parecido con la realidad puede ser mera coincidencia; no obstante, cualquier coincidencia puede ser considerada posible realidad. O algo así).

Había una vez un país situado en la Cochinchina donde mandaban los piratas. En sus aguas o cerca de ellas había muchos atunes y otros peces de buen comer, a cuya miel acudían barcos de medio mundo. Los piratas secuestraban de vez en cuando alguno y, con mejor o peor suerte, iban sacando su botín con el que tiraban mal que bien en su perra vida.

Un día un pesquero de un país de países fue apresado. En unos días se acercó a ver lo que le pasaba un buque militar compatriota. En un rifirrafe, los militares capturaron a dos piratas cuando éstos se aprestaban a irse del pesquero, no se sabe bien porqué. El caso es que ambos dos fueron capturados y llevados al buque, donde por fin pudieron comer caliente y pasar unos momentos de gloria.

Más hete aquí que un famoso juez del país de países quiso hacerse aún más famoso y pidió que ambos piratas fuesen enviados a la metrópoli porque quería verles el careto y mandarlos para la trena, a pesar de que sus compis seguían atrincherados en el pesquero y poniendo muy mala cara a la tripulación de marineros, a los que amenazaron con cortar el cuello si les pasaba algo a los dos compinches apresados.

La razón de la justicia se impuso y en un par de días los dos piratas fueron llevados al lugar donde indicó el juez. Mire, vuesa merced, le dijeron los de la pata de palo metafórica, que nosotros estábamos hospedados en aguas internacionales en uno de sus buques de guerra y que al venir en contra de nuestra voluntad se puede decir que hemos sido secuestrados. Y eso, señor juez, es algo muy feo para gente tan demócrata como ustedes.

Mientras que los días pasaban en alta mar sin tener conocimiento alguno del devenir del secuestro del pesquero, en la metrópoli se armó un cacao fenomenal con la edad de uno de los piratas, al que tras someterle a más chequeos médicos que a un ciudadano millonario, se le calificó de menor de 18 añetes, con lo que de acuerdo con las leyes metropolitanas, tenía que ser puesto de patitas en la calle al considerarlo incapaz de hacer trastada alguna. Os va a caer un puro, replicó el ahora piratilla de 17 años. No sólo me secuestráis en aguas de mi país si no que ahora me calificáis de vulgar mequetrefe aniñado. Y encima irresponsable. ¡Yo soy un hombre hecho, derecho y de pelo en pecho! Exijo una indemnización y la vuelta a mi país con un cheque bajo el brazo de un millón de ricos euros.

EL juez famoso ya se había quitado de en medio y ahora otros compis y muchos abogados y políticos discutían qué demonios hacer con el piratilla, el cual ya había costado al erario público un potosí entre chequeos médicos, tres comidas por día, ropa nueva comprada en el Corte Inglés y otras bagatelas, incluidos varios habanos procedentes directamente de Cuba. Tras otras pruebas médicas el piratilla volvió a ser declarado piratón pues sus huesos parecían dotados de la mayoría de edad. En estas monsergas, ires y venires, nadie tenía ni pajolera idea de qué pasaba con la tripulación del pesquero pues no había noticia alguna de su estado.

—Piiiiiiii….

(Señoras y señores, rogamos perdonen esta interrupción producida a las 23 horas 45 minutos del día 21 de octubre de 2009. Estén atentos a su pantalla pues en los próximos días, meses o años, se supone que esta bella historia tendrá un final, esperemos que feliz para los marineros y para el piratilla piratón al que su paso por la cárcel y centros de asistencia habrá convencido que dónde mejor que vivir en ese país de países donde a uno le miran y remiran la salud física hasta en el velo del paladar. Y gratis total. Sería imperdonable renegar de Jauja…).

PD: A fecha de hoy, noviembre de 2015, el autor desconoce qué sucedió con el piratilla, aunque no le extrañaría que estuviese dándose la vida padre y madre gracias a los españoles. Los tripulantes del pesquero fueron puestos en libertad y, como pasa en estas cosas de las noticias que pueblan los telediarios y prensa, pasado un tiempo se les pierde el interés y nadie sabe como acaba la cosa. Por eso hemos querido poner un final imaginativo –pero posible- al cuento escrito hace ya la friolera de 6 años.

—Piiiiiii…

Sí, este es el final.

viernes, 13 de noviembre de 2015

ESPAÑA SIGUE SIENDO DIFERENTE


Ya ha llovido desde que alguien puso en circulación aquello de “España es diferente”. Por entonces, años 60, lo éramos. Mientras los países de nuestro entorno tenían democracias bien consolidadas, aquí todavía andábamos con la voz aflautada del general Franquito. Ha pasado ya medio siglo, llegó incluso la democracia pero en demasiadas cosas aún seguimos siendo “diferentes”. Casi siempre, para mal. Pongamos algunos ejemplillos moralizantes, relacionándolos casi todos con los países de nuestro entorno: la Unión Europea. 

Un país con mayoría antinuclear, sin escrúpulo alguno en comprar energía eléctrica a los gabachos… procedente de centrales nucleares. Sin ella en muchos lugares estaríamos a dos velas. Un país con la estructura más descentralizada de toda la Unión Europea, la más cara y la más ineficaz. Pese a lo cual tiene un problema de dos regiones que desean independizarse. Y lo mejor es que muchos politicastros no nacionalistas están de acuerdo en que las mismas tienen el "derecho a decidir" unilateralmente. Lo nunca visto en otro país cercano.

Spain es el único país europeo con una organización terrorista que, entre otras cosas (todavía no ha entregado las armas ni se ha rendido pues -acosada policialmente- actualmente vive de la política que ejerce en ayuntamientos y otros ámbitos de decisión) ha estado en contra de la llegada del tren AVE a “su” territorio. (O sea, un país con algunos de sus habitantes en plan hombre de Cromagnon). Es el único país donde el gobierno central casi siempre ha dependido de los apoyos de los sectores más nacionalistas e independentistas de ciertas regiones.  Un país donde puede ser que haya petróleo en uno de sus 17 corralitos y, cuando en cualquier otro lugar del mundo estarían dando saltos de alegría por semejante  posibilidad, aquí todos se pelean para que no se hagan dichas prospecciones.

Un país que, en un pispás, es capaz de pasar de jubilar a los 50 y pocos años a elevar la edad de jubilación a los 67. ¡Y que en unos segundos pasa de ser líder de la Champions económica a estar a punto de ser rescatado por la UE! Un país cuya conciliación laboral y horarios de trabajo son únicos en Europa. Somos el país de la UE donde más horas se pasa en el trabajo y donde menos se rinde en productividad, el país con más paro de toda la Unión y probablemente de más corrupción. La educación anda hecha unos zorros (record europeo y casi mundial de leyes educativas en el menor tiempo posible) y tenemos el dudoso honor de ser líderes en la deslealtad institucional y territorial. Campeones de la corrupción, los juicios sobre la misma duran más de una década. Tenemos el país donde hay más bares por metro cuadrado, compensando tan glorioso record con el que posee menos bibliotecas en relación al número de habitantes. Eso sí, nuestros festorros causan sensación fuera: tomatinas, encierros variados, maltratos publicos a animales, derroche de alcohol a mansalva (más barato que en la mayoría de países). En fin, somos el único país del mundo donde se pone en solfa al idioma común de todos sus habitantes mientras que fuera todos se pirran por estudiarlo. ¡Un país para nota!

miércoles, 11 de noviembre de 2015

SOBRE LA ESTUPIDEZ HUMANA


"No hay otro animal que esté peor adaptado a su entorno que el hombre. Cuando llega al mundo, la cría del hombre es tan frágil que si la descuidaran durante dos días seguidos moriría irremisiblemente, y esta debilidad congénita perdura hasta el fin de su existencia, aunque luego esté más o menos encubierta. El hombre pasa mucho más tiempo enfermo que cualquier otro animal, tanto en su estado salvaje como en medio de la civilización. Está sujeto amas dolencias distintas y las padece más a menudo. Se agota y lesiona más fácilmente. Su muerte es más horrible y casi siempre mas prematura. Casi todos los otros vertebrados superiores viven más tiempo y conservan sus facultades hasta una edad más avanzada, por lo menos en estado salvaje. En este contexto incluso los monos antropoides les llevan mucha ventaja a sus primos humanos. El orangután se aparea a los siete u ocho años, cría una familia de 70 u 80 hijos y a los 80 años está tan sano y rozagante como un europeo a los 45.

Todos los errores e incompetencia del Creador llegan a su apogeo en el hombre. Como pieza de mecanismo no se encuentra otra peor. Si se lo confronta con el salmón o el estafilococo, incluso ellos producen la impresión de ser maquinarias seguras y eficientes. Tiene los peores riñones que se conoce en la zoología comparativa, y los peores pulmones y el peor corazón. Su ojo es menos idóneo que el de la lombriz, si se piensa en el trabajo que debe ejecutar: si un fabricante de instrumentos ópticos produjera un aparato tan imperfecto, sus clientes lo lincharían. El hombre es el único de los animales terrestres, aéreos o marinos, que es inepto por naturaleza para adentrarse en el mundo que habita. Debe vestirse, protegerse, fajarse, acorazarse. Su situación es eternamente idéntica a la de una tortuga nacida sin caparazón, un perro sin pelo, un pez sin escamas. Si le faltaran sus pesados y molestos arreos estaría indefenso incluso ante las moscas. Tal como Dios lo hizo no tiene ni siquiera una cola para espantarlas.

Ahora llego al único rasgo de incuestionable superioridad natural que caracteriza al hombre: tiene alma. Esto es lo que lo distingue de todos los otros animales y lo que lo convierte, en cierto sentido, en su amo. (…) Pues bien, piense en el colosal fracaso de este artefacto. (…) La presencia del alma humana nutre al hombre con vanidades antropomórficas y antropocéntricas… En síntesis, con supersticiones presuntuosas y descabelladas. Se jacta y se pavonea porque es dueño de esta alma, y olvida el hecho de que no sirve para nada. Por lo tanto, es el supremo payaso de la creación, la reductio ad absurdum de la naturaleza animada. Se comporta como lo haría una vaca si esta se convenciera de que podría saltar sobre la Luna y ordenara toda su vida en función de esta teoría. Y sin embargo esta es la pobre bestia que se nos invita venerar como si fuera una joya incrustada en la frente del cosmos. Este es el gusano que nos invitan a defender como si fuera el favorito de Dios sobre la Tierra, con sus millones de cuadrúpedos más valerosos, más nobles, más honestos: sus leones soberbios, sus leopardos agiles y vistosos, sus elefantes imperiales, sus perros fieles, sus ratas intrépidas. Este es el bicho que nos exhortan a reproducir, con infinitas dificultades, penurias y gastos".

H.L. MENCKEN: "Prontuario de la estupidez humana". Editorial Alcor. 1992. (Fecha del libro: 1.949)

lunes, 9 de noviembre de 2015

CEREMONIAS PELICULERAS

Siempre me han resultado patéticos los actos casi litúrgicos que realizan las monarquías más importantes del mundo (empezando por la británica) cuando se trata de sentar sus reales y su mando en plaza, bien sea en una conmemoración especial, bien en un acto protocolario de mucho boato, pompa y circunstancia. Y más patético aún me resulta que haya millones de personas que pierdan el tiempo contemplando semejantes actos. Pero no sólo en la realeza se da semejante derroche de lentejuelas, diamantes, caspa y tontería de alta cuna y baja cama.

En algunos régimenes autocráticos donde no hay reyes ni reinas, se lo montan también con toda la parafernalia y logística que son capaces de fabricar de acuerdo a su dictatorial mal gusto. Famosas son las celebraciones de Corea del Norte (inenarrables las imágenes cuando murió el viejo dictador y cogió el látigo su hijuelo), o las de Venezuela con el difunto Chávez y su compadre heredero, el Inmaduro. Qué decir de China y sus vejestorios gobernantes  comunistas, avanzadilla jubilada del proletariado, quienes en vez de reunirse en la sede del partido deberían hacerlo en una residencia de dinosaurios. Pero también en las democracias no monárquicas se dan estos bellos montajes.

En Francia, cuando les entra la vena de la grandeur, se ponen la mar de cachondos rememorando a Napoleón (un cadáver que aún goza de buena salud) y el viejo imperio. No hablemos de la decadente y viejuna Rusia, otrora faro del mundo mundial y, cómo no, de los USA o EEUU o Imperio, que es donde se suele ofrecer hoy día el mejor espectáculo del mundo en cuestión de rimbombantes ceremonias, a pesar de la ausencia de monarquía, de historia gloriosa y antigua. Como son tan peliculeros… el montaje les sale la mar de entretenido y popular.


Discursitos melodramáticos para que el personal ría y llore, desfile por la avenida para saludar a los espectadores y reclamarles un aplauso solidario, musiquilla para animar el cotarro, himno nacional y bandera a golpes de pecho y emoción orgásmica y, como colofón palaciego, bailoteos y contoneos varios a cargo, entre otros, del mismísimo presidente y señora, muy agarraditos, muy en plan tortolitos con muchos besuqueos, arrumacos y risas cómplices.  Un ceremonial ridículo de principio a fin (como todos los ceremoniales de esta índole), con miles de soldados y policías trabajando para que el show salga bien y con tropecientas cadenas de televisión repartiendo almíbar por todos los hogares del país.

En fin, debe ser que el Puñetas es un tío muy moderno porque estas cosas de los ceremoniales (sean monárquicos, sátrapas o democráticos) como que se me antojan muy antiguos, banales, patéticos, esperpénticos y ridículos. Eso sí, como películas son unos exitazos de taquilla, pero es que uno ya pasa hasta de las películas…

viernes, 6 de noviembre de 2015

ADIÓS A ALFONSO, EL TROLAS

Mucho van a cambiar el Congreso y el Senado tras el próximo 20D. Para bien y para mal. Quizás uno de los personajes que algunos echen de menos (aunque en los últimos años ha estado desaparecido en combate) sea el diputado Alfonso Guerra. Hasta aquí llegó su aportación a las Españas. Nos deja uno de los politicos más polémicos desde la transición. En su favor consta que no ha trincado, lo cual tiene enorme mérito cuando ha estado rodeado de mangantes, incluyendo a su hermano Juan, pero no hagamos leña del árbol que se pira bien pirao. Para despedirle rescatamos el sabroso artículo que allá por el 11 de abril de 2006 dedicamos al personaje en una bitácora anterior ya desaparecida del mapa. ¿Qué podríamos añadir de más que echemos de menos en aquellas fermosas letrajas?


Decir de un político que es un mentiroso no pasa de la categoría de lo descriptivo. El engaño, la trola y la no-verdad van inherentes con la profesión. Y digo bien, profesión, porque ya no se estilan aquellos seres bienintencionados que hacían su incursión en la política para arrimar el hombro a lo común y una vez cumplida su misión (o el intento) se retiraban igual que entraron. Ahora el político es un profesional que entra (entró) a formar parte del partido desde su más tierna juventud y en él ha ido escalando posiciones gracias a tragar mucho, mentir bastante y a ser muy obediente. Mientras que sepa bailar el agua a lo que digan los jefes de cada momento (ojo, los jefes, no la masa social del partido) el porvenir puede serle venturoso. Tras años de mamoneo y tragaderas, la edad va pasando y las oportunidades fuera del partido, también. ¿Y dónde va a estar mejor que dentro? Si se lo sabe currar, siempre habrá algún puestecillo para el chico aplicado (o chica). A veces hasta se consigue un chiringuito laboral gracias al enchufe de turno, la recomendación y tal. Un seguro de futuro por si vienen mal dadas, pese a los esfuerzos que se hagan. Da gusto ser hoy día un político profesional.

Toda esta introducción la traigo a colación al citar la mentira como modus vivendi del político que desde hace treinta años se estila en nuestra vida social. Ahora es el momento de citar a uno de sus más insignes representantes. El rey de la trola. Don Alfonso Guerra, el chistoso. Se construyó a su medida una biografía en la época de los inicios de la transición hasta que varios periodistas de los que anduvieron por allí cerca (Ignacio Camacho, Reviriego…) pusieron sobre el tapete algunas de sus más sonadas cantadas embusteriles. Su oposición al franquismo fue la misma que la de Lola Flores: puro folklore. Es el inteligente que afirmó que guisaba en la cocina del poder mientras su amigo González ponía el bello careto. El hombre de teatro que sabía dirigir a un mogollón de gente, como un solo hombre. Todo, pura farfolla. El mordaz martillo de la derecha, a la que denunciaba siempre de corrupta y estúpida. Algo de razón tenía, pero cuando el amigo llegó a manejar las tostadas del verdadero poder, mostró su auténtico rostro: inútil para gobernar, incapaz de frenar la corrupción de sus huestes y de su misma familia, tragaldabas de todas las tostadas con tal de seguir simulando en la hornilla que sabía hacer la paella. Un tipo afilado y retorcido al que se le iba la fuerza por la boca. Un caballero tragoncete y algo miserable a tenor de las cosas que dijo e hizo contra gente ajena y gente de su mismo partido. Acusó de golpista al presidente Suárez y todavía está por ver que haya pedido perdón y reconocido su grave error. Él solito fue capaz de quitarse de en medio a dos presidentes de la Junta de Andalucía porque los tíos brillaban más que él y querían volar un poquito por ellos mismos, que para algo representaban los votos del pueblo andaluz. Ni Escuredo ni Borbolla lograron sobrevivir a este Torquermada de la política de la inquina, incapaz él mismo de aplicarse su propia medicina, con lo que hubiera mostrado al mundo que sabía morir de pie aunque parte de su vida política la hubiera hecho de rodillas. Ni para eso vale.

Ajusto cuentas con don Alfonso porque me repugna su proceder. Lenguaraz y agresivo cuando estaba en la oposición, se volvió un corderito cuando su amigo “del alma” le dio (él decía que no la quería, qué va a decir este cantamañanas) una poltrona. Fue la decisión política más sabia de Felipe González: mostrarnos que de la pareja quien realmente valía algo era él y, al tiempo, poner los miembres para ir deshaciéndose de quien vivió a su sombra. Algunos afirman que al menos don Alfonso fue y es un hombre honrado, comparado con otros de su camada de generación. La honradez no tiene solamente que ver con el ánimo de lucro y de pasta. La honradez es un valor personal que se defiende hasta haciendo cola en un aeropuerto o defendiendo las ideas propias cuando vienen mal dadas, aunque sea con riesgo de quedarse algo chamuscado en el intento. Don Alfonso no fue capaz antes de lo uno ni ahora de lo otro.

Últimamente parece que vuelve a asomar las gafas por la gatera. Tras su papelón con el Estatut catalán, que le parece infumable y tal, pero que aprobó sin abrir la boca ni decir ni mú, hace unos días se descolgó con un par de fanfarronadas y tontolinadas típicas de su augusta figura: presumió en Bilbao de haberse cepillado el Plan Ibarreche y limado el Estatut, animó a los militantes psocialistas a “recuperar la concordia entre los partidos políticos” (él, que siempre sembró bronca) y recomendó a todo el mundo mucha calma pues “hay que hablar poco y hacer mucho, porque si hablamos mucho y hacemos poco esto no se va a acabar nunca”. El herrero ahora nos sale con el cuchillo de palo. Pero como es un experto en decir y propugnar lo contrario de lo que hace, acto seguido afirmó sin caérsele el careto que Aznar, en su segunda legislatura, “criminalizó todo y se opuso de una manera brutal a todos los que dijeran algo desde una comunidad autónoma”. O sea, que gran parte de culpa del Plan y el Estatut corresponde al tío del bigote, ese que nos metió en la guerra de Irak y en este desgobierno. Alfonsito sigue como siempre, por él no pasan los años. Es como un niño chico para el que la culpabilidad de las cosas malas que pasan a su alrededor es siempre de los otros. Qué poca autocrítica en un ser que se decía -y dice- muy crítico con el mundanal ruido. En eso sí es un gran experto, en hacer ruido. Ahora, el inmaculado Alfonsito ya no pinta casi nada en el partido, pero necesita seguir figurando en el cartel de la obra, aunque sea de cómico segundón y cobrando derechos de autor. Fuera del partido-empleador sigue haciendo mucho frío. 

A estas alturas de la función no cabe esperar que el personaje cambie de papelón, pero sí al menos que tenga cierta decencia política  dejándose de tanto histrionismo y cantamañaneo. Su alargada figura no interesa a las nuevas generaciones y a las viejas nos repatea (decir que nos decepcionó sería un elogio). Que siga escribiendo un libro de vez en cuando (él, tan presumido de intelectual…) para recordarnos que, a pesar de los años, sigue conservando intacta su magnífica fabulación y ácida maldad, que aplicada en el mentiroso mundo de la política es muy peligrosa. Pero Don Alfonso no corre riesgo alguno: tiene las espaldas bien cubiertas. Siempre las tuvo aunque le gustase presumir de todo lo contrario. Que algunos te conocemos demasiado bien, camarada… Un tío simpático, oyes, el Guerra. Aunque ya no sea un descamisado...y ande por Bilbao proclamando la armonía universal, puño en alto.

PD A 6/11/2015: Dice un refrán que "otro vendrá que bueno me hará". Es probable que quien sustituya al Trolas sea menos ingenioso y culto que don Alfonso. En ese caso saldremos claramente perdiendo pues comulgamos plenamente con la vieja frase de que "son preferibles los enemigos inteligentes a los estúpidos". 

miércoles, 4 de noviembre de 2015

EMPRENDEDOR A BABOR Y ESTRIBOR


Estoy hasta el copetín de oír a todas horas la palabra “emprendedor”. Todo es emprendimiento, no hay luz fuera de la emprendidura y hasta puede que yo mismo esté emprendido con tanto emprendedor de las narices. La palabreja dicen que ya se usaba en el siglo XVI refiriéndose a los aventureros que no sabían a dónde iban, como Colón. La realidad es que palabro tan feo se viene usando a porrillo desde hace una decena de años para acá, relacionándolo casi siempre con los jóvenes, a los que se quiere emprendedores sí o sí. Esto es: que creen pequeñas empresas, nuevos productos y servicios, echándole audacia y ganas. Así llegarán a ser alguien en la vida.

Ser empresario ya no se lleva y ser trabajador puro y duro, tampoco. Lo guay es estar las 24 horas dedicado a tu propio negocio y así te realizas como persona.  Si todo es muy fácil, chaval: partes de la nada y te lo haces todo tú mismo a fuerza de ganas, voluntad y horas. Luego ya vendrá Hacienda para llevarse las tres cuartas partes de lo que ganes con tu emprendedor sudor. Un joven sin voluntad de emprender sólo aspira a ser un parásito social, un  funcionario o un indigente. Lo curioso es que esos políticos a los que la palabreja de marras no se les cae de la boca no practican con el ejemplo. Hipócritas.

Como siempre, todo viene de los USA en donde se le ha inculcado al personal que sólo existen dos formas felices de ganarse la vida: ser hombre/mujer de negocios, trapicheando con las cosas, o ser emprendedor, creándolas de la nada gracias al ingenio y a una audaz voluntad. Como cada vez hay menos trabajo ajeno, se trata de que cada cual se la apañe como pueda y si no se apaña (que será lo más normal), la culpa será de él mismo, por tonto, vago o incapaz.

martes, 3 de noviembre de 2015

lunes, 2 de noviembre de 2015

LA EXITOSA HISTORIA DE JACINTO CHAMPÚ



(Aviso a navegantes: Cualquier parecido con la realidad más irreal es pura coincidencia, o sea, que sí…)

Jacinto Champú Gominola vino al mundo un día lluvioso y frío de febrero. Nada más verlo su padre, don Rigoberto Champú Desodorante, experto en Cosmética y Perfumería,  pronunció estas vaticinadoras palabras:

—Jodé, qué cabezón tiene el chavea… ¡Y qué redondo…! Pa mí que éste le va a dar al baloncesto…
—Rigo… -dijo con apocada voz la parturienta, o sea, su esposa-, no te has fijado bien. ¿No ves unos pentagonitos de pelo en su gordita cabecita? Nuestro hijo tirará más por el fútbol…

Doña Benigna Gominola Chupachups, predestinada por sus apellidos familiares a trabajar en una tienda de chucherías durante toda su vida, era más perspicaz que su maridito. “Además –concluyó la susodicha-, las patadas que me daba cuando lo tenía en la barriga eran más propias de un futbolista que de un canastero…”.

En el colegio, Jacinto Champú pronto destacó en cómo manejaba el balón con destreza y puntería. Varios cristales de las aulas en que estuvo fueron reventados a conciencia pues el mozo odiaba las clases. Sólo lograba realizarse como ser humanoide jugando a la pelota en el recreo. Durante esos treinta minutos se transformaba en un  ser apasionado dispuesto a todo con tal de ganar el encuentro.

—Este chaval será leñador cuando sea mayor –se oyó una vez decir a un profe que andaba por allí.
—¿Cómo lo sabes? –le preguntó otro.
—Por la leña que reparte cuando juega al fútbol.

Pero a Jacinto Champú le visitó la mala suerte, ya mozalbete larguirucho y desgarbado por aquello de la adolescencia. Un pésimo día le tocó a él recibir una entrada criminal de otro apasionado del “no pasarán”. Rotura de los ligamentos cruzados de ambas piernas, evaporación de la rótula izquierda, meniscos triturados por cinco sitios, esguince triple de tobillo y unas cuantas cosillas más, pero éstas sin importancia. No quedó para una silla de ruedas pero nunca más pudo volver a disputar un encuentro.

Sus padres quisieron entonces encaminarlo por la vía del negocio familiar, pero Jacinto dijo que nones, que lo suyo era el fútbol y que se ganaría la vida con él, mas como su cerebro estaba peor que sus piernas, entendió juiciosamente que no podría ser entrenador  o utillero. Aunque todavía era demasiado joven para desempeñar puestos de responsabilidad, pensó que si se camelaba a la directiva del club de sus amores, podría llevar una vidorra plena en aquel mundo que tanto le narcotizaba. Primero fundó una peña deportiva bastante golfa dispuesta a sembrar el pánico en los estadios, cobijada bajo banderas ultras, gritos horripilantes y petardazos. Pronto encontró numerosos camaradas de tropelías, que le aceptaron y adoraron como si fuera un becerro de oro (bueno, algo tenía de becerro, para qué les voy a engañar). Un poco más tarde consiguió el elogio de la directiva, incluyendo un chiringuito dentro del propio estadio para  guardar en él toda la artillería con que defendía a capa y espada al equipo de sus entretelas y frenesíes.

Jacinto había alcanzado bien pronto sus objetivos estratégicos: era utilísimo a los intereses del club y de sus dirigentes, aunque alguna vez –llevado por su fanatismo tan ardoroso y arrojadizo- se le fue la mano y metió la pata y el pedrusco, con lo que las autoridades deportivas no tuvieron más remedio que verse obligadas a cerrar el campo durante algunos partidos. A él, en cambio, se le habían abierto todas sus expectativas: su peña siempre era invitada a seguir al equipo para que animase a los jugadores y aficionados propios y desanimase con sus gamberradas a los ajenos. Incluso le pusieron un sueldo mensual, pagado con dinero opaco o traslúcido, no sé. Empezó a ser una institución en el equipo. Su pasión era muy útil y eficaz, como así se acreditaba partido tras partido. Consiguió que el campo se convirtiese en un bastión casi inexpugnable donde todos los rivales caían como moscas impresionados por los cánticos, los insultos, las amenazas y alguna pedrada que otra. Los aficionados contrarios le temían tanto que  rehusaban acudir a aquel campo tan conflictivo donde reinaban tipos tan cafres. Cuentan las crónicas que Jacinto Champú empezó a ser valorado más que los mismísimos jugadores y que en algunas ocasiones en que lo requirió, el propio club puso a su disposición una avioneta con piloto automático para que cumpliera con sus obligaciones extradeportivas.

Nuestro héroe, desheredado por sus padres al comprobar que aquel hijo de cabeza tan redonda y hueca les había salido rana y faltón, sólo tenía una preocupación cuando comprobó que su negocio iba a toda vela.

—Tengo que encontrar entre la tropa una tía que se me parezca, aunque deberá ser más guapa y estar más jamona. Quiero tener un hijo para enseñarle mis amplios conocimientos sobre el tema. Por mucho que yo me empeñe jamás conseguiré que nuestro equipazo gane la Champion algún año de estos pues nos falta experiencia y pasta, pero si consideramos el asunto a más largo plazo, mi hijito podrá conseguirlo siempre que aprenda todo lo que yo sé, que es mucho y bueno… Hay que empezar buscando un jeque y un capo de mucho prestigio y luego ya ficharemos a los mejores jugadores del mundo… Yo sólo no puedo desempeñar tan histórica misión.

Como loco –aquí uso la palabreja anterior en su plena acepción, o sea, la psiquiátrica- anduvo un par de  temporadas buscando a una chavalota que tuviese una genética digna de su alto rango futbolero. Por fin consiguió enamorarse de una tal Tomasita Pedorreta, tan cabeza hueca como él, hincha acérrima del equipo y de armas tomar cuando se ponía la bufanda y el pasamontañas en los partidos de casa. Aquella mujer era un Jacinto con tetas. Como era de esperar no pararon hasta tener un churumbel, mofletudo, sonrosado y de cabeza balompédica. Jacinto Champú es ahora un hombre feliz  y más que lo va a ser en cuanto su chavea crezca un poco y empiece a ayudarle en su titánica misión de llevar a su equipo a la cúspide del fútbol europeo y mundial. Jacintillo, que así se llama el nuevo monstruito, ya apunta maneras (ver fotillo superior, en plena faena), tal como su padre le ha ido enseñando en los pocos años que lleva de vidilla. Acuérdense de este nombre: Jacintillo Champú Pedorreta. Hará historia…


MI BANDERA

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SÁTIRA & IRONÍA

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"VIVIR SIN MI MÚSICA SERÍA IMPOSIBLE"

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