¿OTRA NUEVA Y SECTARIA LEY DE EDUCACIÓN?

Probablemente a la última ley de educación (LOMCE, vaya nombrecito) le queden dos telediarios, cuando no uno. Ya se sabe: la “educasíon y la curtura” son patrimonio exclusivo de la presunta izquierda. Probablemente la ley Wert sea digna de tirarse a la basura, pero exactamente igual que la guarrindonga ley que existía antes, de la cual deriva (LOGSE-LOE, vaya nombrecito). No obstante, cada burro tira para su cuadra y mientras -en la última legistatura- la obscena derecha elaboraba una ley educativa a solas con su maltrecha conciencia, la impresentable izquierda ya preparaba la suya usando sus habituales armas: la calle, la insumisión o la huelga. Si educación es sinónimo de diálogo, a ambos lados del espectro político brilla por su ausencia.

Somos millones de ciudadanos cabreados los que exigimos a los politicastros que tenemos (a nuestro pesar) a que tengan altura de miras y se sienten a negociar de una puñetera vez una ley educativa que contente a todos (o sea, que no contente a nadie) en vez de una ley que sólo pretenda imponer a los otros la visión maniquea de los unos. Los nacionalistas así como Susanita, la clon psocialista del cortijo andalú, ya dijeron cuando los marianos peperos sacaron la LOMCE de su chistera, que dicha ley se la iban a pasar por el forro. Diversos sindicatos “educativos” y otros sectores bien pensantes también apostaron entonces por la insumisión y una tonelada de recursos judiciales que dejaran a la leyezuela pepera en cueros vivos. En este país de mierda (como sus leyes educativas) los "demócratas" sólo admiten que legislen los de su misma cuerda. Por eso los nacionalistas y Susanita vienen incumpliendo sistemáticamente la LOMCE pero crucifican a los ciudadanos que pretenden desobedecer la ley educativa autonómica que ellos y ella han parido, a pesar de que la caquita es la misma.

Aquí la única ley que vale es la del embudo, ese cachivache casero que debería estar en la bandera y escudo del país como signo de la forma de gobernar y administrar lo público. Y mientras la izquierda sin complejos (y sin vergüenza) se lanzaba a la calle contra la LOMCE, la derecha que nos ha gobernado los últimos cuatro años a golpe de engaño y lanzazos se dedicaba a fabricar leyes basura a su imagen y semejanza.

Ya sé que no es sólo la ley de educación. Aquí vivimos en el eterno mito de Penélope, tejiendo de día los unos lo que luego destejen de noche los otros. Cada cambio de gobierno toca hacer un nuevo traje haciendo trizas el anterior. Y luego se les llena la cara a los unos y a los otros de las palabras "cambio, progreso y reforma". Son idénticos los perros aunque se diferencien sus collares. Eso sí, los mordiscos se los llevan siempre los mismos. Curiosamente, aquellos que les votan. No aprenden, no.