Acaban de juntarse en un castillo de Alemania algunos de los más importantes mandamases del mundo mundial para hablar de sus cosas, o sea, de cómo seguir jodiendo al personal de ese mundo mundial. No estaban allí todos los que son (por ejemplo, faltaba un tal hijo de Putin) pero sí casi todos los que cortan el bacalao. No podía faltar tampoco esa bruja con cara de asco llamada Cristina Lagarde, jefaza corrupta del corrupto FMI. Dios los cría y ellos se juntan. La tal jefaza y sus mercachifles camaradas de correrías y satrapías acaba de pedir a España que siga creando empleo y recomienda para ello que se suban aún más el IVA, las tasas especiales y los impuestos medioambientales (a ellos, a los que el medio ambiente les importa una mierda) así como que se fije el copago en educación y sanidad. Para bajar el paro... dicen los muy asquerosos. Y quizás no les falte algo de razón: con sus medidas la tasa de suicidios y de muerte aumentaría de manera muy significativa y ello incidiría muy positivamente en la disminuición del desempleo. Puestos a propugnar medidas antiparo tan demoniacas a mí se me ocurre otra mucho más efectiva: una nueva guerra civil con otro millón de muertos. ¡Y que estos mafiosos del FMI vivan con el dinero de todos nosotros..!
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