Dicen los que saben de esto que la trilogía “50 sombras de Grey” ha sido el lote de libros, juntos y por separado, más vendidos de 2012 y 2013, no sólo en España sino en multitud de países occidentales. Quiero suponer que no lo ha sido en los países musulmanes y orientales porque allí la mayoría de las mujeres no necesitan leer esa bazofia para conocer algunas técnicas sadomasoquistas: las sufren en la sociedad en que viven sin necesidad de leerlas, así, directamente y a pelo. En las viejas idioticracias occidentales el exitazo de la trilogía de E.L. James fue tan arrollador que hasta hubo un par de víctimas del libro: gente que confundió la realidad con la ficción. Recordemos: una ejecutiva británica demandó a su maridín por negarse a practicar con ella juegos sadomasoquistas que figuran en esos librejos y una alemana de 28 añitos la palmó por practicar dichos juegos con su novio (fue golpeada más de cien veces con un puntero de madera hasta resultar herida e irse al otro barrio).
Hay gente para todo, incluso para leer semejante trilogía habiendo como hay miles de libros con los que gozar, reír, llorar, imaginar y hasta aprender a jugar con el sexo de manera completa sin necesidad de poner en riesgo la propia integridad y la dignidad. Poco después llegó a las pantallas (habitualmente llenas de basura cinematográfica yanqui) la película sobre el asunto Grey. Lo mismo han llegado también al mercado videojuegos, consoladores y otra amalgama de cachivaches para el fornicio con los que atiborrar las tiendas Grey, los restaurantes Grey, etc. Vivir ya es una gran aventura sadomasoquista pero mucho personal todavía no acaba de enterarse por lo que se empedorra con sucedáneos como los de la James creyendo descubrir emociones nuevas.
Y, como es lógico, faltaba la continuación de la saga. Desde junio ya la tenemos aquí bajo el originalisímo titulazo de "Grey". Ahora es el maromo quien cuenta la misma tontorrona historia pero desde su punto de vista. Recomiendo el libro a las amigachas de las letras basura, máxime si entre ellas hay beatas, reprimidas, madres ursulinas...
Y, como es lógico, faltaba la continuación de la saga. Desde junio ya la tenemos aquí bajo el originalisímo titulazo de "Grey". Ahora es el maromo quien cuenta la misma tontorrona historia pero desde su punto de vista. Recomiendo el libro a las amigachas de las letras basura, máxime si entre ellas hay beatas, reprimidas, madres ursulinas...
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