SEMANA DE PASIÓN
Para quienes por tradición o convicción practican la religión católica, la Semana Santa les permite reafirmarse en sus creencias y acercarse más a su Dios asistiendo a misas, procesiones y cumpliendo alguna que otra penitencia. Aquellas personas que no tienen esos valores religiosos optan en esta semana por el descanso o la diversión, lo cual puede hacerse a cientos de kilómetros o en la misma ciudad o pueblo. Ambos modelos de comportamiento no se dan completamente puros pues en muchas personas suelen cruzarse entre sí, esto es: hay quienes combinan las creencias y el recogimiento con el ocio y hasta el cachondeo. Al fin y al cabo la semana es larga, tiene muchas horas y hay tiempo para todo. ¿Qué es la vida sino una mezcla de sentimientos opuestos que hemos de barajar al mismo tiempo? Dejemos que cada cual viva esta semana como Dios o sindios o su cuerpo serrano les dé a entender. Hay sitio para todos en nuestro mundo más o menos civilizado.
Yo prefiero la diversión, aunque presiento que los que presumen de recogimiento también se divierten lo suyo. Si no, no irían tras los pasos o bajo ellos.
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